Jon Brion - Punch & Drunk Love Soundtrack

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Cuando el éxito de Magnolia todavía estaba reciente, Paul Thomas Anderson sorprendió a propios y extraños anunciando que su próxima película iba a ser una comedia ligera de no más de hora y media protagonizada por Adam Sandler y Emily Watson. Esa afirmación, que parece estar hecha a cachondeo (echando un vistazo a la carrera anterior de Anderson), se transformó en realidad con Punch Drunk Love, una historia que rompe totalmente con la épica narrativa a la que PTA nos tenía acostumbrados y que sirvió (además de para hacerle merecedor del premio a la mejor dirección en Cannes 2002) para dar a conocer al mundo una faceta actoral de Adam Sandler digerible. Para el famoso cómico estadounidense, Punch Drunk Love ha sido como El Show de Truman fue en su dia para Jim Carrey.
Inspirada en un personaje real que descubrió cómo transformar en lucrativa una promoción de cupones para acumular millas para viajeros frecuentes, la película cuenta la historia de Barry Eagan, un hombre de negocios con un trastorno mental que le hace cambiar a una conducta agresiva con facilidad, cuya vida se ve alterada por la llegada de una mujer, un harmonio (instrumento musical que encuentra en la calle) y una desafortunada llamada a un teléfono erótico que provocará que se vea perseguido por unos delincuentes que le reclaman dinero.

La música viene a cargo del gran Jon Brion, uno de los pocos genios del pop que quedan en el panorama actual. Brion demostró en Magnolia que no se amilanaba ante la idea de crear todo un score imponente con una orquesta enorme, pese a no haber trabajado nunca con orquestas (la ayuda de Thomas Pasatieri en ese punto fue indispensable). Sin embargo en Punch Drunk Love (donde Pasatieri aparece acreditado como "Music Consultant") la orquesta ve reducido su protagonismo, al igual que el conjunto de la música. La utilización es mucho más discreta que en Magnolia, pese a que sigue teniendo una importancia notable.
Podemos dividir la música en dos bloques. Por un lado tenemos una masa que representa las escenas frenéticas, donde a menudo se pone de manifiesto la locura del protagonista. Esa música nerviosa está construida a base de percusión e instrumentos extraños, como un piano preparado (que consiste en alterar el sonido de las teclas por medio de colocar objetos sobre las cuerdas -por ejemplo tornillos-). El mejor ejemplo lo encontramos en la escena donde todos los personajes coinciden en el almacén de Barry (el tema "Hands and Feet") donde el frenesí se desata con continuas llamadas de teléfono y distintos personajes entrando y saliendo. Ese tema fue compuesto por Brion antes de rodar la escena, y el director lo reprodujo en el set para que los actores tomaran nota de la sensación que quería transmitir el momento. Prueba superada. Una música experimental que no es especialmente disfrutable para escuchar sentado en el sillón de casa con el reproductor de CD, pero la comicidad y el ritmo de la escena se ven claramente beneficiados por el tono de la música. El sonido se ata a los personajes de una manera sorprendente, como el detalle de hacer redoblar un tambor de lata cada vez que la hermana de Barry camina hacia él con aspecto decidido.
El otro gran bloque es el romántico. El hallazgo de un Harmonio abandonado en la calle parece ser una especie de punto de partida para el comienzo de la historia romántica.
El Harmonio es un instrumento parecido a un piano pero mucho más pequeño, con un mecanismo de fuelles que le hacen sonar de un modo similar a un acordeón. Cuando Barry lo coloca en su oficina y toca una melodía, lo que toca es la melodía "Punch Drunk", que es la melodía que Jon Brion utiliza para desarrollar el tema de amor (a su vez tema principal de la película). Al final del film, el personaje de Barry vuelve a tocar el instrumento acoplándose a la perfección al score que suena de fondo. Una melodía elegante y romántica que bien podría pertenecer a un musical de la época dorada de Hollywood (no en vano se rumoreó en un principio que Punch Drunk Love iba a ser un musical, lo que no hubiera sido del todo fallido). Esta melodía se desarrolla un momento en la primera transición "de colorines" al principio de la película, pero no comienza a tomar una forma más definida hasta que se nos presenta como tema de amor por primera vez (corte "Le Petit Chateau", cuando los protagonistas salen de cenar en el restaurante). La música es lírica y en cierto modo cursi y exagerada (a propósito).
Existe una anécdota al respecto. Cuando estaban grabando la música de la escena donde se besan, PTA le pedía a Jon Brion que la música sonara más alta, lírica y emocionada, y Brion se echaba a reir advirtiendo que iba a sonar ridículo, cursi y desproporcionado, a lo que PTA asentía y comentaba que era esa su intención.
Y así es la parte romántica de Punch Drunk Love. Una música que no hubiera desentonado en una comedia de la edad de oro de Hollywood, una dulce melodía muy retentiva y orquestada de un modo luminoso y lujurioso que se hace agradable incluso fuera del contexto del film. Si alguien está pensando en comprar el disco sin haber visto la película, seguro que las partes orquestales no le van a decepcionar, aunque quizá necesite verla para apreciar en su totalidad el resto de música más "experimental".
Quiero comentar dos cosas antes de finalizar. La primera es que el tema principal que Harry Nilsson compuso para el "Popeye" de Robert Altman es aquí reutilizado como un tema de amor secundario. La canción cantada por Shelley Duvall "He Needs Me" (voz interior del personaje de Lena?) narra su encuentro en Hawaii y se adapta tan bien a la historia que parece estar expresamente escrita para esta película. El tema se ve versionado de manera instrumental por nuestro compositor para los créditos finales y algún pequeño inserto en la escena de Hawaii, bajo el nombre "He Really Needs Me".
Luego: hay en el disco una canción de Jon Brion cantada por él mismo llamada "Here we go". Brion demuestra que todavía queda gente en este mundo que componga canciones estupendas de una forma genuina, sentados al piano. La sorpresa viene cuando esa canción no aparece por ningún lado en el film. Se ha elucubrado mucho al respecto y la verdad es que fijandose en la letra y pensando en la película, casi parece lógico que la canción estuviera planeada para sonar en los créditos finales. Nadie sabe por qué no ha sido así y algunos fans acérrimos rumorean que PTA y Brion dejaron la canción fuera de mutuo acuerdo porque se temían que si la película era un éxito de taquilla, Brion y su canción iban a entrar de cabeza en el star-system de la música, y el tranquilo y acogedor ambiente de sus noches en el Club Largo se iba a acabar para verse sustituido por giras intercontinentales, videos en la MTV y autógrafos firmados en la piel.
Cierto que esa excusa parece inventada sobre la marcha y ciertamente cogida por los pelos, pero da igual. El caso es que Jon Brion demuestra con su score que ya está más que asentado en el star system particular de los oyentes con cabeza y buen gusto. Y su canción le da sopas con honda a las de la mayoría de gente que está en el "otro" star system, así que os voy a pedir un favor: primero de todo haceros con el DVD de esta genial locura de PTA, y cuando hayais reido y disfrutado con la historia, meted el disco de Jon Brion en vuestro reproductor. Os garantizo que no va a salir de ahí en una buena temporada. Lo Mejor: Que Brion crea temas y canciones memorables sin despeinarse, y que con la reciente "Eternal Sunshine of the spotless mind" y la futura "I Heart Huckabee", parece que comienza a prodigarse mucho más en el cine.
Lo Peor: No se me ocurre nada.
El momento: "Blossoms and Blood" (cuando la orquesta sube tan cursi).
Rubén Sánchez

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