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DescargarIntensa y apoteósica partitura que es uno de los mayores éxitos de su compositor. Para esta historia fantástica y tierna a la vez, el compositor trabaja con un condicionante: hay diversas secuencias que deben ser apoyadas por la música, al no haber diálogos en ellas. Es el caso del inicio del filme, cuando la nave espacial llega a la Tierra y los extraterrestres son buscados por hombres que intentan capturarlos. La música, en este caso, adquiere intensidad y su grandeza orquestal sirve con eficacia el propósito de acompañar unas imágenes también vibrantes. Las secuencias que versan más sobre la relación del extraterrestre con el niño cuentan con una música muy bella, que se apoya tanto en los instrumentos de cuerda como en los de viento. El buen manejo de la orquestación alcanza su cénit en el vuelo en bicicleta de Elliot y su amigo, donde suena en su máximo esplendor el tema central del largometraje, una melodía sinfónica que tuvo una gran popularidad. Destacan la persecución de bicicletas, ejecutada musicalmente a modo de frenético ballet, y la escena final, que se resuelve con una larga e ininterrumpida melodía sinfónica que recoge fragmentos de las melodías oídas en el desarrollo del filme, pero tratadas con un mayor entusiasmo y exaltación. Pero especialmente sobresale su extenso final, resumen melódico de toda la partitura y despedida idónea de la película.Reseña extraida de: http://www.mundobso.com/es/verbandasonora.php?id=179
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