Joseph Lo Duca - Xena Warrior Princess Soundtrack Vol. 6

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Disco 1El sexto y último volumen de la colección, un álbum doble con 53 canciones, es el merecido colofón de una brillante odisea musical. Aquí la variedad es ostensible y la calidad de muchas de las piezas alcanza la cúspide del prolífico repertorio del compositor Joseph Lo Duca. Si bien ambos discos tienen leves altibajos, juntos han de conformar una obra gustosa, muy fiel a los mejores momentos de la serie, y representan un fenomenal epítome del universo musical de Xena: Warrior Princess.
Nuevamente dividido en segmentos, el volumen seis nos trae las tres selecciones que recibieron una nominación para los premios Emmy: Fallen Angel, The Ring Trilogy y Friends In Need [sic], de las cuales la primera resultó ganadora en la edición 2000. Asimismo, se incluye una jugosa lista de temas que dejaron huella a lo largo de las últimas cinco temporadas.
Este disco es una pieza fundamental para todo seguidor del programa, pero al mismo tiempo muy recomendable para los amantes de la música de películas y los melómanos en general. Los diversos climas creados en las interpretaciones, los múltiples estilos y ritmos que se pueden encontrar, y la inenarrable belleza de la sección que ilustró el final de la serie hacen de este álbum un exquisito placer.
Fallen Angel: un episodio clave.La apertura está a cargo de la —injustamente única— banda de sonido de Xena que le valió a Lo Duca un galardón Emmy: Fallen Angel. Pero se trata, en mi opinión, de una selección discreta. La atmósfera que requirió el episodio fue bien propiciada y el acompañamiento fue acorde con el sentido de aquel capítulo: acción, suspenso, nostalgia y tensión se hallan adecuadamente traducidas en música. Sin embargo, fuera del contexto en que fueron compuestas (y con esto quiero decir si se las escucha sin referencia directa a las imágenes que representaron), carecen de una presencia firme y de “personalidad propia”, si así se me permite denominarla. Son apenas una correcta muestra de música incidental, de la que destacan Battling Archangels, que sigue la tradición de Xena Kicks Bacchae Butt y Caesar’s Mark, aunque sin lograr el nivel de ambas; Body Snatch, plena de melancolía y misterio, y Back From The Dead, tal vez la más memorable de este segmento por su emocionante desarrollo y por ser el retrato exacto de la escena en que tuvo lugar.
Algo más o menos parecido sucede con Ides Of March. La orquestación es admirable y contundente, pero la esencia de las canciones no dice demasiado si no se las sitúa en las imágenes para las que fueron concebidas. She’ll Be Here es la más significativa de las cuatro, vaticinando en los ritmos y sonidos el desenlace trágico.
The Ides Of March: Callisto en el infierno con música aterradora.Con End Of Days el Disco 1 comienza a tomar color. Es un tema largo, de 6.40 minutos, perteneciente a God Fearing Child, uno de los episodios más rescatables de la floja temporada número cinco. La estructura es muy interesante y de gamas tornadizas, desde el peligro y la anticipación apocalíptica hasta ese final conmovedor y reconstituyente, pasando por las agradables sensaciones generadas hacia la mitad con la sección de cuerdas y los coros celestiales.
Y aquí despunta el material sobresaliente del volumen 6 y de toda la colección: la música de la trilogía nórdica (The Rheingold, The Ring y Return Of The Valkyrie), un ejemplo excelso del talento y la visión de este compositor al que tan poca atención se le suele prestar.
The Ring es tal vez la más extraordinaria canción en la historia de la serie: es épica, heroica, crucial, llena de arrojo y de giros estremecedores y vivificantes. La orquestación es estupenda, plasmando los climas perfectos de la acción y transportando al oyente con una naturalidad increíble a los paisajes y los acontecimientos narrados en las imágenes.
Valhalla combina sonidos extraños con una base en tonos bajos, presuntamente hechos con sintetizadores. El complemento con las escenas es rotundo y casi sin proponérselo se transformó en el leitmotiv de Odín.
La trilogía nórdica: música estridente y novelesca.On A Cow posee tres pautas rítmicas definidas y óptimamente encadenadas: en el primer minuto es vivaz y festiva, con sonidos de tintes medievales; al promediar, la melodía se torna más moderada, y concluye en un tono solemne y conspicuo.
Up The Rhein es otro tema espléndido. Con obvias influencias wagnerianas, es estridente, glorioso y lleno de matices fantásticos. Los tambores y las trompetas le confieren un tono rimbombante que encaja a la perfección en la escena de las valquirias en vuelo sobre el río Rin.
Rhein Maidens no decae en altura y, por el contrario, le sienta de maravillas a las imágenes “subfluviales” y de las doncellas, con una melodía de cuento de hadas bellamente lograda por la sección de vientos, muy colorida y alegre, pero ilustremente reflejada en los preciosos arreglos orquestales.
Out Of Options pone el toque enigmático y conflictivo en medio de tanto color y aventuras, con esos coros lúgubres casi imperceptibles y esos tonos que parecen profetizar un vuelco inesperado en la historia.
The Kiss comienza como el reprise de The Ring, para enseguida combinarse con un estilo más novelesco, cercano a Rhein Maidens, y culminar con una melodía muy romántica sellada por el leitmotiv de la trilogía en serenos acordes.
Return Of The Rheingold mantiene los visos fabulosos, realzando el acento del final feliz, y es la coronación majestuosa de una selección impecable y deslumbrante.
Who’s Gurkhan: música sensual y un gran alarde de dotes para la danza por parte de nuestras heroínas.Bajo el rótulo de Dance Cues se hallan dos de las canciones más sensuales de la serie. Pas De Deux Femmes se encargó de musicalizar la escena más tórrida (y breve) entre Xena y Gabrielle, a quien pronto —para exasperación de muchos— relevaría Lucifer: el voluptuoso baile de Heart Of Darkness, en el que, con suerte, la música era lo último a lo que el espectador le ponía atención. Esta versión es, sin embargo, distinta de la televisada: en lugar del tarareo tiene letra, aunque no tenemos idea en qué idioma está cantada (pese al título, seguro no es francés), y suena más electrónica, gracias a la base y los efectos hechos en sintetizadores.
You Will Dance, acompañamiento de la seductora danza de “Fátima” para Gurkhan, posee un arreglo más familiar a la serie, con profusión de instrumentos exóticos y un estilo árabe en el que la incitación a lo prohibido es magníficamente proyectada
Disco 2El Disco 2 es inaugurado por la inmortal sección de las postrimerías de Xena, A Friend In Need. Con una calidad descomunal, que marcha a la par de la suite de la trilogía nórdica, este octeto de canciones es tan hermoso, tan emotivo, tan sobrecogedor como las escenas en las que nuestra venerada heroína dejó la vida. Curiosamente, el primer tema es Sounds Of War, que abrió la segunda parte del episodio y retrató de manera vigorosa e inquietante la pelea de Xena contra un ejército entero. Aquí es notorio el empleo de instrumentos típicos japoneses, en especial el shakuhachi1 y los redoblantes, combinados refinadamente con una sección tradicional de cuerdas y vientos. Hacia el último minuto y medio irrumpe la melodía vocal y la base con la gaita de The Berserker, que le inviste un significado trascendental y opera casi como un simbolismo de la predestinación de Xena. Una pieza alucinante.
El final: Ni Xena se lo tomó tan en serio...To The Rising Sun es la melodía que se escucha durante la partida por mar hacia la Tierra del Sol Naciente. El comienzo con los platillos es fragoroso, sobre unos acordes casi imperceptibles del shamisen2, pero pronto irrumpe el leitmotiv del capítulo en cuerdas convencionales aplacando el ritmo y dando pie al shakuhachi en esporádicas intervenciones. Este cambio abrupto de ritmos se ajusta con delicadeza a la escena en que Gabrielle y Kenji practican sobre cubierta los movimientos con las estacas.
Sounds Of Life And Death y Snow Falling On Cedars tienen una estructura similar: bases muy apacibles en cuerdas tradicionales, que dotan a las escenas de un aura romántica y etérea, y la bellísima armonía del shakuhachi para entonar ese dulce leitmotiv en distintas escalas. En la última también es clara la presencia del koto3, otro instrumento típico del folclore nipón.
Burning Higuchi es en todo momento aciaga y tajante, pero de una manera muy sutil y armoniosa, dada por la sección de cuerdas en lastimeros compases. En tanto, Die Demon es enfática y abrumadora, bien llevada por los sonidos de la orquesta sinfónica.
Reality Of Dreams es una suerte de rompimiento de la textura de los temas que componen esta selección gracias al uso de sintetizadores electrónicos, que parecen otorgar a la pieza un perfil quimérico con los tonos seráficos y el canto grácil de la voz femenina en primer plano.
Música alucinante para acompañar la batalla final contra Yodoshi.Y finalmente el monumental cierre, que puso broche a una fascinante hazaña musical, es la apoteosis de esta epopeya arbitrariamente desaprobada por sus últimas dos o tres escenas. Xena Vs. Yodishi [sic] tiene absolutamente todo lo necesario en esos muy bien puestos 8.41 minutos: definición, suspenso, valentía, tensión, brutalidad, melancolía, romanticismo, punzante dolor e indescriptible belleza. El primer tercio es un trazo fiel de la acción y la batalla, con la preponderancia de las trompetas y la percusión, y la variabilidad de ritmos y sonidos; el segundo (la muerte de Yodoshi) es iniciado con el conmovedor leitmotiv del episodio en una magnífica sección de cuerdas y vientos que pronto es sustituida por el canto femenino sobre unos breves acordes de arpa o posiblemente koto (la liberación de las almas). En este instante cambia el rumbo de la canción categóricamente hacia la honda angustia y el apremiante desasosiego de Xena, quien sabe con certeza el destino que le aguarda y debe comunicárselo a su compañera. Las cuerdas juegan, de aquí al desenlace, el papel principal, respaldando con esos sonidos gemebundos y enternecedores la desahuciada súplica de Gabrielle y la inquebrantable determinación de Xena, mezcladas con el indecible amor que irradian sus miradas. El leitmotiv de Xena adquiere un matiz sentimental insospechado y augura el remate de la odisea en una atmósfera de profunda emotividad que fue el soberbio complemento de un capítulo inolvidable.
A partir de la novena pieza asistimos a lo que han incluido bajo el rótulo de Bonus Cues: una selección de ocho canciones pertenecientes a las dos últimas temporadas. Return To Chin, The Power Of The Book y Secret Of The Powder son marcadamente orientales, tanto en los ritmos como en los instrumentos utilizados. Haulin’ To The North sigue, en el principio, los pasos de The Berserker, en especial con la percusión y la gaita, pero pronto el ritmo decae inexplicablemente en una serie de ruidos y escalas bajas, muy oscuras, que ponen una nota terrorífica y arcana en el resto del tema.
The Mausoleum es tenebrosa, y recrea apropiadamente el misterio y el temor de lo desconocido con los ritmos cambiantes y hacia el final apacibles pero siempre de naturaleza lúgubre.
It’s Over es una canción tan triste que puede hasta llegar a abatir a quien la escuche, pero es a la vez muy hermosa y resaltó con finura y acierto la escena postrera de To Helicon And Back, un capítulo inusitadamente barbárico. En el sentido canto se percibe el tono elegíaco que parece entrañar la necedad y la desolación de la guerra, y la letárgica base de las cuerdas que antes de terminar se combina con unos efímeros sones de flauta le concede un aire sumamente dramático.
Seeds Of Faith: música mística para la muerte de un profeta.Love Is A Weapon y United In Love corresponden al episodio Seeds Of Faith. En el primero destaca, sobre la percusión sostenida y una base claramente electrónica, el kaval, en cuya melodía casi mística se traduce un ambiente de decisiones claves. La segunda, también con un evidente predominio de sintetizadores, se inclina más hacia la representación del conflicto inminente, y zanja en la muerte de Eli a manos de Ares con los cánticos espirituales y el tono hierático del final.
Las restantes catorce piezas están catalogadas como Special Requests, lo cual plantea el interrogante de quiénes fueron los pelmazos que solicitaron Joxer The Mighty y Xena Main Title, dos temas que ya habían aparecido en volúmenes anteriores (y en el caso del Tema Principal, ¡dos veces!). Por mi parte hubiera preferido que sustituyeran al primero por la adaptación que escuchamos en Warrior... Priestess... Tramp, cantada por las cortesanas del lupanar de Meg, y a la segunda por la versión de los créditos de cierre, que es muy buena e incomprensiblemente nunca llegó a tener un lugar en ninguno de los discos. Una verdadera decepción.
Pero de The Play’s The Thing en adelante, por fortuna nos han convidado con algunos de los temas más simpáticos de la serie, como el de Miss Amphipolis, A Day In The Life (el superclásico), Catching Fish y el numerito de las ya célebres Tres Gabrielles Desnudas. La primera es la comiquísima obertura de la puesta escénica de Gabrielle en el episodio homónimo: “Oigan ya y escucharán el cuento de acción de Xena... Xena... Xena... Xena, Princesa Guerrera. ¡Uuuuuhhh!”. Una payasada selecta.
A Woman’s A Natural Thing/Miss Known World es el doblete de Here She Comes... Miss Amphipolis, en esta oportunidad a cargo de Ted Raimi y no de Robert Trebor (Salmoneus), quien también demostró sorprendentemente sus dotes vocales. El ritmo es teatral y tiene reminiscencias de las películas musicales de la década del ‘50.
A Day In The Life es uno de los tesoros de la colección: es muy sencilla y plácida en casi todo su desarrollo, pero lo mejor es que remite indiscutiblemente a uno de los episodios más queridos y recordados en la historia de la serie.
Catching Fish y Up In The Trees, de otra comedia relajada, Finns, Femmes And Gems, son dos canciones que transmiten naturalmente la distensión y el jugueteo constantes que caracterizaron a aquel episodio. Los instrumentos menos tradicionales le dan un toque agradable e innovador.
Old Ares Had A Farm: la música más flojita de toda la colección... aunque a nadie le importó.Things In Common, Down The Valley, Neighbor Lady y Smelling Mortality son de lo más pobre del disco y de todo el repertorio. La segunda parte del primero fue el sostén musical de las imágenes de Animal Attraction, capítulo visiblemente inspirado en los filmes Western, pero se trata de un tema que por sí solo no despierta ningún interés: es monótono, descolorido, aburrido. Originalmente perteneció al episodio The Dirty Half Dozen, en donde también tuvo un arreglo distinto, mucho más atrayente y descriptivo de la acción (la escena en que atacan el castillo). Los otros tres temas no son “inescuchables”, pero son muy repetitivos y poco originales. Se ajustaron bien dentro del episodio Old Ares Had A Farm, y como homenaje a la música country estadounidense cumplen con su objetivo, pero con una sola canción era suficiente. Así que me quedo con Chasin’ Chickens, que por lo menos tiene algo más de ritmo, es una chistosa evocación de la escena de Ares y las gallinas, y dura solamente 38 segundos.
The Quill Is Mightier es extremadamente ridícula, trivial y muy grasa. Pero como ya dijimos, es simpática y provoca espontáneamente una sonrisa en todo su transcurso, además de rememorar la escena clásica para la que fue compuesta. En tanto, Here Girl es la música de la “guerra de pasteles” en Punch Lines con acordes retozones, un estilo payasesco y algunas citas en el medio.
Este volumen, como hemos visto, tiene sus reveses, pero también nos ha acercado las prodigiosas melodías de la trilogía nórdica y del final de la serie, dos elementos imprescindibles en la antología sonora de una aventura que duró seis años y dejó una imborrable marca en la historia televisiva. De la misma forma, este álbum doble, junto con los restantes, es una muestra acabada de las habilidades del compositor Joseph Lo Duca y constituye un significativo legado musical para la industria del entretenimiento.
1 Instrumento de viento de embocadura, construido con la caña de bambú.
2 Instrumento de cuerda, cuya caja está construida en madera de membrillo o roble chino, y el vástago en sándalo o pino hindú. Posee tres cuerdas de distinto grosor y la caja está forrada con piel de gato o de perro.
3 Instrumento de cuerda, construido en madera de paulonia, que posee trece cuerdas de seda del mismo grosor e igual número de clavijas móviles.
Reseña extraida de: http://www.argenxena.com.ar

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