Joseph Lo Duca - Xena Warrior Princess Soundtrack Vol. 3

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The Bitter Suite: A Musical Odyssey fue toda una sorpresa y de las más agradables. Se trata de un musical con todas las letras, de apenas cuarenta y tres minutos, para cuya puesta en escena se emplearon los motivos del Tarot. Y es, además, el mismísimo episodio que resolvió la tan discutida “ruptura”.
Hay que reconocer que el riesgo que tomaron los productores fue gigantesco: tornar una serie de acción y aventuras cuyo sello particular es el azote de cráneos, en un escenario chispeante donde todos cantan y bailan, fue ciertamente un vuelco muy audaz. Podían, en el intento, perder a muchos de los seguidores más efusivos y caer en el grotesco absoluto. Por otro lado, estaba la posibilidad de que la idea cuajara y para ello era necesario poner todo el esfuerzo y el talento a disposición de una empresa esmerada, prolija y, sin dudas, osada.
Afortunadamente, el resultado fue una delicia. The Bitter Suite se transformó en el mejor capítulo de la irregular temporada número tres, en uno de los favoritos del público y en un novedoso precedente en la historia de las series televisivas. Laureles que consiguió sin escatimar recursos económicos (el presupuesto fue un 50% mayor que el de un episodio estándar), pero que fueron bien merecidos gracias a la complejidad del argumento y la estética visual, y la calidad de las voces y las composiciones.
“¡Venganza!”En este comentario se detallará, no solamente el contenido del álbum, sino el episodio como un todo indisoluble, ya que sus componentes en conjunto (libreto, canto, música, actuación, coreografía, vestuario), han contribuido con igual peso en esta memorable “odisea musical”.
The Sweat Hut es el tema que nos introduce al ritual de purificación al que se somete Gabrielle luego de la infausta experiencia con Hope. Fiel al score de la serie y a la caracterización de las amazonas, la melodía primitiva con los tambores y los ruidos tribales crea un clima propicio de tormento y agonía. El ritmo se atenúa cuando irrumpe el doliente canto de Xena y enseguida el diálogo con Ares, para luego dar paso a una suave sección de cuerdas en la que se cuela el leitmotiv de Callisto (Slapped Out Of It). En esta parte se puede distinguir la combinación de instrumentos electrónicos y tradicionales, además de algunos acordes de fondo del kaval. En el último minuto (Xena’s In Town) el ritmo se vuelve más intenso, acompañando muy bien la acción y poniendo el toque espeluznante y salvaje con la gaita.
“¡Esto es Ilusia!”Horrible Drag/On The Edge/Song Of The Fool comienza con una fugaz pincelada del coro de The Warrior Princess, que parece augurar un rumbo violento, inmediatamente reflejado en la música y en los instrumentos utilizados. La percusión y los vientos le dan una esencia aterradora, que encajó a la perfección en las espantosas imágenes de la pobre Gabrielle siendo arrastrada por media Grecia. La segunda parte es más calma, aunque los sonidos continúan transmitiendo oscuridad e inquietud, y la sección que ilustra la caída por la cascada se vuelve novelesca con los acordes y a la vez perturbadora con los cánticos.
Una curiosidad de esta canción es que sólo la última parte (Song Of The Fool) está registrada en estéreo. No fue hasta varias pasadas más tarde que descubrí esto, aunque ciertamente siempre me pareció que este tema sonaba distinto de los demás. Cualquiera que haya sido el fundamento para emplear esta combinación, pienso que le sentó muy bien para generar una ruptura entre lo bestial y apocalíptico de los dos primeros tercios y lo fabuloso y colorido de la bienvenida a la tierra de Ilusia.
Acto IIY aquí es donde comienza “el canto y la danza”. Confieso que la primera vez que vi este episodio y llegó el turno de esta escena (la de Song Of The Fool) mi asombro fue mayúsculo. Ya me había sorprendido sobremanera el hecho de ver a Xena aporrear inusitadamente a Gabrielle, pero cuando se largó este cuadro ya no podía creer lo que estaba contemplando y oyendo: ¡Callisto vestida como idiota y para colmo cantando! Mi primera reacción fue soltar un socarrón comentario para mis adentros, del calibre de “¿Y estos qué se fumaron?”. Pero pronto, al percibir el tono y la intención de este capítulo tan insólito como innovador —y máxime siendo una ferviente amante de los musicales—, comprendí que estaba asistiendo a uno de los hitos en la serie y en la televisión misma.
Song Of The Fool es una suerte de obertura para ese mundo fantástico y casi surrealista que fue Ilusia, con armonías juguetonas en un principio y muy estridentes al final. La introducción vocal a cargo de Callisto (Michelle Nicastro) evidentemente señalaba que de allí en adelante nada iba a tener relación con la estructura habitual de los demás episodios. Sin embargo, cuán grato habría de ser el descubrimiento...
Callisto, como Aleph, será la guía de Xena en la tierra de Ilusia.What’s Still Unwritten es un número a toda orquesta, que nos transporta al universo quimérico de Ilusia. La parte de Callisto combina versos recitados y cantados, y los animales generados por computadora contribuyen a acentuar esa atmósfera rara y con tintes de fábula con que se envolvió el desarrollo de este acto. La melodía vocal en el estribillo es muy alegre y colorida, sobre una base instrumental contrastante, algo más “densa” y potente. De algún modo, esta canción me trae reminiscencias de las películas musicales de Disney, en donde la algarabía y el color juegan un papel preponderante. La letra, por el contrario, es profunda, y hasta aquí descriptiva de la ambigüedad en la naturaleza de Xena y en la elección que debe tomar: sucumbir ante la podredumbre de su oscuridad y consumar su venganza, o dejar el odio atrás y renacer en una “verdad” que sólo podrá aprehender si subyuga su rencor. Por supuesto que Xena aún no puede reparar en esto, ya que está tan pasmada como el espectador y todavía no termina de entender por qué todos están cantando y bailando. La significación es muy adecuada y bien lograda en la rima, incluso alardeando alguna que otra figura retórica, como la aliteración a cargo de la Serpiente.
Little Ditties es un intercambio casi dialogado entre Callisto y Xena, en el que se deja claro que la heroína no tiene la más pálida idea de lo que está haciendo allí. Con un solo lúcido verso Callisto le hace notar muy sagazmente que la razón de su llegada a la tierra de Ilusia es su odio y su rencor hacia Gabrielle.
Callisto aparece vestida durante la canción como El Tonto en el Tarot, en tanto Xena exhibe el atuendo de la Alta Sacerdotisa. No sólo los trajes y los accesorios son extraordinariamente similares a los motivos diseñados en las cartas, sino también la escenografía y algunos detalles visuales a los que hay que prestar mucha atención. Y esto es una genuina prueba de que nada fue librado al azar en este episodio: se ha tenido en cuenta hasta el más insignificante pormenor, tanto en la forma como en el contenido.
Joxer es el encargado de escoltar a Gabrielle.Into The Chandra/Joxer The Mighty/Prepping Gabby nos presenta el arribo de Gabrielle a Ilusia. Es mucho más breve, de apenas un minuto y fracción, lo cual da la pista de que alguien como Gabrielle es más proclive a tomar la ensoñación y el idealismo de un sitio como Ilusia más naturalmente. Esto se nota del mismo modo en la letra y en el tono, que se valen principalmente de la comicidad. Joxer, vestido como El Ahorcado, se encarga de entonar una sucinta adaptación de Joxer The Mighty con un excelente arreglo instrumental, cercano a la juglaría, que simplemente se limita a obrar como un recibimiento para Gabrielle, quien a pesar de mostrarse algo azorada, no pide mayores explicaciones y tan sólo se deja llevar.
Y aquí merece destacarse que la elección de las respectivas guías fue muy astuta, casi como “un guiño al espectador modelo”: en tanto Xena es conducida por Callisto, su acerba enemiga, a Gabrielle le chantan la compañía de Joxer, un personaje que las más de las veces es menospreciado por su estupidez y su ingenuidad. En este punto entra en juego un delicado simbolismo: de algún modo, es irónico que alguien que odia tanto a Xena se vuelva aquí su consejera y la persuada para dejar atrás todo el encono que la martiriza. Por otra parte, la presencia de un mentecato como Joxer guiando a Gabrielle opera como alegoría de esa mortificación siempre latente que sufre nuestra poetisa al creer que nadie la toma en serio y que todos piensan que es una tonta ayudante. A la vez que tanto Callisto como Joxer funcionan como la contracara de Xena y Gabrielle, respectivamente, en cierta manera cumplen también con la tarea de recordarnos la esencia de ambas: Xena es la feroz e insensible guerrera que corrompió un alma inocente (la de Callisto) pero al mismo tiempo capaz de vencer ese lado oscuro; Gabrielle, la jovencita entusiasta que anhela convertirse en mucho más de lo que el destino le tiene reservado y —lo más importante— que le den el crédito que merece.
“Guerra y Paz”Con la monumental War And Peace, las guías se van a encargar de escoltar a Xena (personificando al Caballero de las Espadas) y a Gabrielle (ataviada como La Emperatriz) a la vida a la cual en apariencia pertenece cada una. Esta dualidad está marcada admirablemente en los climas musicales que contraponen, por un lado la violencia y la sordidez de los guerreros, y, por el otro, la mansedumbre y la monótona cotidianidad de los aldeanos. Mientras que War es vivificante y ostenta algunos retumbos de marcha militar, Peace es muy “rosa” y posee un acento festivo, en el que los pajaritos y las florcitas son lo primero que nos viene a la mente al escucharla. Esta parte me recuerda mucho a Belle, del musical La Bella y La Bestia, no sólo por la estructura orquestal y melódica, sino también por las imágenes en que se sustenta.
“Eres la más divina y deliciosa guerrera”Ares, en la piel del Emperador, es toda una sorpresa aquí: su voz irresistiblemente seductora complementa en forma muy sensual al elogio de los guerreros. En tanto, el tonillo sarcástico de Lila en Peace sirve para quebrar ese ambiente tan idílico como inverosímil del “hogar dulce hogar”, y dejar en claro que Gabrielle está allí con una misión qué cumplir: llevar a cabo su propia venganza contra quien la condujo por un camino supuestamente erróneo.
La canción alcanza todo su esplendor con el contrapunto vocal entre guerreros y aldeanos, que aunque dificulta la comprensión de lo que están diciendo unos y otros, siempre es un recurso estético de gran impacto. La letra es casi brillante, y en los alegatos de cada bando se alternan el humor y el absurdo con algunas sutilezas y unas consonancias muy bien granjeadas. La coreografía es muy interesante y sin duda pone énfasis, a la par de la escenografía, en el garrafal estereotipo que constituyen —cada uno a su modo— ambos “hogares” en los cuales se da la bienvenida a sus “hijas dilectas”.
El Ermitaño y la Justicia confirman el deceso de Gabrielle. Xena se ve muy confundida.La escena de Gab Is Stabbed ha de dejar plasmado el punto de inflexión en la historia. Aquí Xena y Gabrielle, aturdidas por la angustia y encrespadas por la instigación de los guerreros y los aldeanos, se enfrentan. Xena perpetra su venganza asesinando de una estocada a la pobre Gabrielle. Joxer entra con las ropas de El Ermitaño y, en silencio, confirma el deceso. Xena apenas tiene oportunidad de reaccionar ante lo que ha hecho, cuando aparece Ares y comienza a entonar una voluptuosa alabanza a la barbarie y la malevolencia
Acto III Ares y Xena, en un baile sensual y morboso, alrededor del cadáver de Gabrielle.Kevin Smith se luce con esa voz aterciopelada y sugestiva en Melt Into Me, un pseudotango que se ajustó dignamente a la coreografía y al sentido de la escena. Xena, aquí encarnando a La Muerte, es a la vez la musa y la destinataria de los versos. Callisto arremete con Let Go, como La Justicia, y obra no sólo como la voz de la conciencia de Xena, sino también como una analogía de los ideales de Gabrielle. Xena se muestra confundida, casi al borde de perder la compostura al percatarse de que en verdad mató a su amiga. Cuando Gabrielle entra vestida como La Fuerza y Xena cae en la cuenta de que todo es una ilusión, el espectador está tentado a pensar que Xena reparó en las palabras de la Justicia y parece lista para dar un paso en la dirección correcta. Pero, no... no aún.
Xena y Gabrielle confrontan sus sufrimientos dentro de La Torre.Dead?/Hearts Are Hurting (Part 1) comienza terroríficamente, con unos sonidos desconcertantes y unos estruendos que sirven de apoyo para el antagonismo de las heroínas. Ellas se encuentran dentro de La Torre, un recinto decadente y lúgubre en donde se ocuparán de exteriorizar sus penas. Este dúo empieza como una elegía individualista de ambas, quienes aún ciegas de dolor y venganza sólo se limitan a plañir cuán heridas están y muy pronto a echarse en cara todas las culpas. Lucy Lawless demuestra meritoriamente sus dotes para el canto, en tanto Susan Wood, a pesar de tener una linda voz y un notable registro, no llega a sonar del todo como Gabrielle y no termina de captar su esencia. De todas maneras, el fundamento de esta canción —oponer las aflicciones de cada una— es pertinente y está bien traducido en la melodía, el tono y la instrumentación.
Xena y Gabrielle se echan en cara las culpas.The Deliverer, o el tema de Dahak, es del tipo incidental y genera muy apropiadamente el miedo, el tormento y la destrucción, no sólo de la escena en sí misma, en que los odios de Xena y Gabrielle son ahora confrontados con un odio superior, sino de todo el desarrollo de esta historia nefasta que comenzó en el capítulo homónimo.
Acto Final Hate Is The Star... o la convención de archienemigos.Hate Is The Star vuelve a traerme ecos de La Bella y La Bestia, en este caso de The Mob Song, a la que se asemeja tanto en la melodía, como en la base coral. El tono es sombrío, y proyecta de manera acertada el dilema que azota a las dos protagonistas: es el odio y el resentimiento lo que las enceguece y las tortura, y sólo deben estar dispuestas a derrotarlos con el amor que sienten mutuamente (¡esto sí que suena cursi!).
Por fortuna, Xena y Gabrielle son lo suficientemente despiertas como para darse cuenta de que superar ese rencor putrefacto que las consume es el verdadero renacimiento del que se hablaba en el principio, y que así pueden finalmente “cerrar el círculo”. Hearts Are Hurting (Part 2) es una sentida confesión de esas emociones atroces que les desbarataron la fe tanto en la otra como en sí mismas, y pronto se transforma en la reafirmación de los sentimientos genuinos que siempre las han unido desde el comienzo mismo de la amistad. El final del dúo, a toda orquesta, es reforzado por la liberación de Xena y Gabrielle de sus ataduras, y por la desintegración de las figuras que representan todas las abominaciones del pasado.
Xena y Gabrielle se sinceran.¿Qué más queda por resolver ahora? Durante The Way Out, una pieza que comienza plácidamente y con sonidos paradisíacos y luego alterna acordes tétricos y una insufrible carcajada maléfica, se van a revelar ese par de incógnitas: una, cómo demonios hicieron Xena y Gabrielle y todos los demás para aterrizar en Ilusia; la otra, quién diablos es esa cargosa figura encapuchada que quedó flotando aviesamente por ahí.
La explicación de que Solan creó Ilusia para que su madre y Gabrielle arreglaran sus problemas no fue del todo convincente, si se me permite hacer la observación, pero fue en definitiva eficaz, y le dio a Xena la excusa oportuna para sincerarse con su hijo y comunicarle la verdad de su propia boca. En tanto, que la figura encapuchada fuera Ming Tien, era de preverse, porque si Dahak es la punta de la madeja de ese odio emergente entre Gabrielle y Xena, entonces Ming Tien es el otro extremo: ambos fueron las raíces de toda esa oleada de mentiras, decepciones y traición.
Xena desnuda su corazón ante su hijo y su compañera, recibiendo el perdón.El desenlace de la odisea llega con la fenomenal The Love Of Your Love, una canción muy conmovedora en la cual Lucy Lawless deja el alma y da rienda suelta al costado sentimental de Xena. Este tema, por momentos, se aproxima más a una balada pop que a un número musical, gracias a la incursión del piano y la guitarra, pero no deja de ser hermoso, y la letra es franca y enternecedora. Evidentemente, Xena se estuvo juntando mucho con Gabrielle, porque aquí ha parafraseado uno de sus apotegmas recurrentes: “perdona a quien te hiera, haz bien a aquellos que odian.” ¿No es un tanto extraño escucharlo de Xena? Pero ésa es, justamente, la lección que las dos terminaron aprendiendo de aquel extravagante paseo por Ilusia: perdonarse es salvarse; y romper el ciclo del odio y la violencia con amor y compasión es esa escurridiza verdad que ambas intentaron desesperadamente alcanzar, pero que por un instante olvidaron buscarla allí mismo donde siempre había estado escondida: sus corazones. (Sí, por extra súper requete híper cursi que suene, también).
Passing Through combina preciosamente la sección de cuerdas, vientos y percusión en ese auspicio del gran final, y acompaña con una melodía inspiradora la transición entre los dos mundos. Los rasgueos de guitarra hacia la culminación son un detalle muy lindo y preludian un cierre emocionante, en cuyas imágenes se consolida el vínculo de amistad (o lo que fuere) con más vigor que nunca.
“Estamos en casa”Fueron casi tres cuartos de hora de acción, drama, intriga, tensión, y un despliegue de ritmo, color y sensibilidad a pleno. Y como no podía ser de otra forma, mis ojos estaban, a esta altura, humedecidos en lágrimas; me atrevo a afirmar que también los de muchos otros espectadores. Y es que The Bitter Suite consiguió unir el encanto particular de la serie y la magia de esos dos personajes tan entrañables que son Xena y Gabrielle, con la complejidad escenográfica y la fuerza emotiva de un musical.
El resultado de tamaña aventura fue, como dijimos en un principio, maravilloso. Y fue, de hecho, una auténtica demostración de que quienes hacen el programa no son sólo una manga de oportunistas que disfrutan poniendo al aire un producto caprichoso y trivial, sino que se trata de personas con perspectiva y talento, que no subestiman a su público y no se amedrentan ante ningún escollo.
Reseña extraida de: http://www.argenxena.com.ar

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