Lila Downs - Una Sangre

|
Descargar

Lila Downs es una cantante mejicana de padre estadounidense. Su música tiene influencias de estos dos países, lo que le hace tener un estilo muy particular y que sea muy apreciada por la crítica de ambos países. Además canta tanto en español como en inglés y en lenguas indígenas.
Descubrí a Lila a través de este disco que me recomendó una buena amiga, y al principio lo escuchaba sin parar. En este disco sabe unir con mucho acierto la música tradicional mejicana con sonidos norteamericanos como el pop, el blues, etc. Su voz es muy especial, además de tener mucha potencia es muy versátil y transmite mucho. Las mejores canciones del disco: La Cucaracha, Brown Paper People y Dignificada. Como anécdota, fue nominada a los Oscar como mejor canción por la banda sonora de Frida, en la que colabora con grandes artistas como Caetano Veloso.
Reseña extraida de: http://www.ciao.es/Una_Sangre_Lila_Downs__Opinion_1465934

John Williams - Indiana Jones Riders of the Lost Ark

|
Descargar
Partitura en la que domina como tema central una poderosa marcha que identifica al personaje de Indiana Jones. El resto de la banda sonora está plagado de espectaculares temas que acompañan la acción, incidiendo además en secuencias-ballet (aquellas en las que parece que los personajes se mueven al ritmo de la música, cuando lo que sucede es justamente lo contrario), como en las escenas del zoco y en la persecución del desierto. También está dotada de un aire entre místico y religioso, que se aplica en torno al enigma del arca de la Alianza.

John Williams - Indiana Jones & The Temple of Doom

|
Para esta nueva película, el compositor retomó los esquemas avanzados en la primera parte (la fanfarria identificativa del héroe se repite a lo largo de la acción). Arranca con una adaptación algo grandiocuente del «Anything Goes» (de Cole Porter) y luego evoluciona a ritmo de las frenéticas melodías, en la que los distintos temas apoyan a los nuevos personajes, como el muchacho oriental (con música, casi paródicamente, de tonalidad oriental). Sustancialmente, además de reforzar el sentido de aventura, la música dota de cierto sentido de humor a la película. Incluye también un tenebroso cántico.

V.A Irish Drinking Songs

|
Esta es una agradable recopilación de canciones de la tradicion irlandesa, en honor al whiskey y la cerveza, que representa perféctamente el espiritu alegre de ese país.
La mayoría de estas canciones son conosidas mundialmente, por estar inmersas dentro del folklore celta.
Tracklist
Drink it up men
The night pat murphy died
Beer, Beer, Beer
Bugger Off
Doin' the Newfie Stomp
Mountain Dew
Hats off to beer
Seven Drunken Nights
The Moonshiner
The Parting Glass
The Unicorn Song
Under The Scotsman's Kilt
Water Is Alright In Tay
What Shall We Do with the Drunken Sailor
Whiskey in the Jar
Whiskey, You're the Divil

Goblin - Suspiria Soundtrack

|
Banda sonora electrónica, de cariz muy tenso y tenebroso, en la que se emplean percusiones y voces para recrear el ambiente turbador adecuado.

Carlos Núñez & Amigos En Casa

|
Descargar
Carlos Núñez es conocido en el mundo entero, fama que por otra parte se ha ganado a pulso. Desde esta página no vamos a renunciar a hablar de un músico, por el hecho de ser famoso, si la calidad de sus trabajos lo merecen. Y este es el caso de Carlos Núñez y amigos (Sony/BMG 2004) , el último trabajo editado por el Gallego. Se trata de un CD, y un DVD, que contienen con ligeras variaciones los mismos temas, grabados en directo en el auditorio de Castrelos en Vigo, el día de su 33 cumpleaños. El concierto fue un impresionante despliegue técnico y no menos impresionante lo fue la nómina de invitados: The Chieftains, sus maestros musicales, la acordeonista irlandesa Sharon Shannon, la banda de gaiteros escocesa The National Youth Pipe Band, la bailarina Carla Butler, y León Gieco entre otros. El concierto se abrió con el estreno del tema de los créditos finales de la película Mar adentro de Alejandro Amenabar y hace un recorrido por algunos de los más famosos, aunque pienso que no los mejores, temas de la carrera de Carlos. Dos momentos emotivos, el Concierto de Aranjuez en recuerdo a las victimas del 11 de Marzo y el tango cantado por León Gieco , Galleguita. León, compositor, poeta y cantautor argentino, no es cantante de tangos, pero la intensidad que pone en esta interpretación, es de lo mejor del disco.

Alf Clausen - Go Simpsonic with the simpsons

|
Descargar


Esta es una edición que compila la música de varios de los episodios de la serie. Su dinámico tema central, escrito por Danny Elfman, es lo más recordado, pero el resto de temas siguen la misma línea, siendo además muchos de ellos parodias de melodías conocidas.

Pure Moods Vol. IV

|
Descargar
1. November - Mythos
2. Purify - Balligomingo
3. Shadows In Silence - Enigma
4. Silence - Delerium w/Sarah McLachlan
5. Songs From A Secret Garden - Secret Garden
6. One Man's Dream - Yanni
7. Devotion - Jim Brickman
8. Fields Of Gold - Eva Cassidy
9. Garden of Eden - Govi
10. Theme From Amelie
11. The Sea - George Winston
12. God Moving Over The Face Of The Waters - Moby
13. Main Title (Theme from Chocolat)
14. Angel - Sarah McLachlan
15. She Moves Through The Fair - B-Tribe
16. This Love - Craig Armstrong
17. River of Stars - Paul Schwartz
18. When You're Falling - Afro Celt w/Peter Gabriel

CSI Soundtrack

|

CSI viene siendo ya uno de los grandes éxitos de la televisión. Su mezcla de intriga, investigación y la presencia de tipos carismáticos como el líder del grupo CSI Las Vegas, Grissom (interpretado por William Petersen, quién es también productor), le ha proporcionado una audiencia más que interesante. No es de extrañar que esta serie tenga éxito, puesto que el productor de la misma, aparte del nombrado Petersen, es Jerry Bruckheimer; este hombre ha producido, entre otras, películas como El Rey Arturo, Piratas del Caribe, La Búsqueda, La Roca o Pearl Harbor, por poner sólo algunos ejemplos. Eso asegura que esta serie tenga a su disposición un presupuesto que se nota en toda la producción de la misma. Y ello no descarta el apartado musical, evidentemente.
La serie "original", la que aquí conocemos como CSI Las Vegas, ha contado siempre con un músico en general poco conocido pero que ha sabido darle un tono característico a la música de la serie, John M. Keane. Su competencia hace, desde luego, que cada momento de la serie sea más intenso, más emocionante, siniestro o escalofriante en función de las necesidades de la serie.
La segunda serie producida bajo el sello CSI, Miami, tuvo, hasta esta temporada, un "invitado" de lujo componiendo para esta serie, Graeme Revell, un viejo conocido de los aficionados a las bandas sonoras. Pese a no encontrarme entre los admiradores de Revell (más bien al revés), éste ha venido haciendo un trabajo interesante en CSI Miami, algo más movido que el de Keane para CSI Las Vegas, lo que quizá era algo premeditado para darle ese toque diferenciador a ambas series.
Sin embargo, que la calidad del trabajo de ambos sea buena o muy buena no ha evitado que, otra vez, cuando se saca un disco sobre una serie o película se opte por editar un CD repleto de canciones que no permiten al aficionado medio obtener ese score de TV que le apasiona. Bien es cierto que lo que habitualmente criticamos en este tipo de CD's es que la mayor parte de las canciones que acompañan al compacto ni siquiera aparecen en las películas o series que les sirven de título, teniendo ninguna o poca relación con él. Pero eso es algo que no ocurre en este CD, pese a que no nos siga gustando el poco espacio dejado a los compositores. CSI: Crime Scene Investigation. The Soundtrack recoge las canciones que han ido apareciendo en sucesivos capítulos de CSI Las Vegas, desde su tema de inicio, Who are you, interpretado por el grupo The Who (y que también cedieron una canción suya para el tema de inicio de CSI Miami). Como siempre, la crítica de estas canciones corresponde a otro tipo de páginas que traten los géneros en que se incluyen esas canciones, pero bastará decir que son todas, en general, de una calidad bastante alta, con grupos de la talla de Clinic, Grand Theft Audio, The Chambers Brothers o Bliss, por poner sólo algunos ejemplos. Normalmente las canciones que se incluyen en este tipo de CD's suelen ser bastante malas, pero en este caso la calidad está más que asegurada. Sólo temas como Song of Olabi demostrarán al que escucha el CD que esto es algo más que el típico disco de promoción repleto de canciones vacías y facilonas.
Eso sí, para el amante de las bandas sonoras empedernido, le queda el consuelo de que al final del disco se incluyen dos temas de John M. Keane, Investigation Suite y Grissom's Overture. Ambas son dos pistas relativamente largas (6:03 y 5:08 respectivamente) y nos dan una ámplia percepción del trabajo de Keane para la serie. Sus melodías pausadas no dejan lugar al aburrimiento por el buen uso de todo lo que rodea al compositor, las percusiones, acompañamientos, etc...
En definitiva, este disco es recomendable si te gusta la buena música, tanto por el alto nivel de las canciones como por el agradable trabajo de Keane en las pistas finales, uno de los mejores trabajos para TV que se pueden escuchar actualmente en el mercado.
Lo mejor: Todo el disco tiene una factura excelente, se nota que se lo han trabajado bastante.Lo peor: Si no te gusta encontrarte con canciones en discos en los que se anuncia "original soundtrack", puede que no te guste este CD; tampoco lo hará si prefieres las bsos orquestales, puesto que Keane hace un trabajo diferente.El track: Grissom's Overture, sobre todo a partir del 4' 17''.

Brian Eno - Music for Films

|
Descargar


Este disco es una drecolección de trabajos desde 1975 hasta 1978. Incluye muchos y diferentes artistas -desde Phil Collins y Robert Fripp hasta John Cale. Todo el trabajo fue también creado para soundtracks y scores o terminaron en eso, luego de ser escrito.

Brian Eno - Music for Airports

|
Este primer volumen de su serie Ambient, al que seguirían Ambient #2 / The Plateaux of Mirror (con Harold Budd), Ambient #3 / Day of Radiance y Ambient #4 / On Land, se podría decir que es piedra fundacional del género al que da nombre, y síntesis del sonido Eno: atmósferas etéreas, planas, una especie de minimalismo electrónico y apenas melódico, es desde luego una música no apropiada para días soleados, ni para bodas y bautizos, requiere una atenta escucha, empapándose del sonido envolvente del sintetizador y al mismo tiempo crea y re-crea imágenes, sutiles sensaciones, dimensiones alternativas. Es desde luego un hito en la extensa obra del que luego fue productor de grupos como U2, un creador que desde las sombras ha creado composiciones de culto, para insomnes, o para los que están demasiado despiertos.

Andrew Lloyd Webber - Cats Soundtrack

|
Descargar


Cats' fue compuesto por Andrew Lloyd Webber y fue mostrado por primera vez el 11 de mayo de 1981. Fue producido originalmente en el escenario por Cameron Mackintosh y The Really Useful Theatre Company de Andrew Lloyd Webber. El espectáculo hizo su debut en Broadway el 7 de octubre de 1982 en el teatro Winter Garden. Se hicieron 8.949 presentaciones en Londres y 7.485 en Nueva York, convirtiéndose en el musical más presentado en la historia tanto en Broadway como en Londres. (En Broadway es el más presentado de los espectáculos; en Londres, es superado por La ratonera, que se presenta desde los años 50 y todavía es presentada en el 2005). La primera noche de la premier mundial de la versión alemana de Cats fue en Viena (Austria), en el teatro An Der Wien, el 24 de septiembre de 1983.
Mientras que Cats es comúnmente criticado por su falta de trama, en realidad tiene una pequeña historia para enlazar los números musicales. Cats cuenta la historia de una tribu de felinos ingleses, los Jellicles, que se reunieron en una chatarrería para decidir cual de ellos renacería. Cada gato "audiciona" con una canción o número diferente, y ocurren algunas complicaciones menores (involucrando el secuestro del patriarca Jellicle, Old Deuteronomy) antes de escoger a un gato.
En 1998, Andrew Lloyd Webber produjo una versión en video de Cats, basado en la actuación en escenario, protagonizada por Elaine Paige, Ken Page, Sir John Mills, y John Partridge, además de otros cantantes y bailarines tomados principalmente de la producción en escenario del espectáculo. Fue dirigida por David Mallet en el teatro Adelphi de Londres, y fue lanzada en VHS y DVD, y transmitida por PBS en los Estados Unidos.
Durante el 2004, Cats fue puesto en escena por vez primera en España, en el Teatro Colisseum de Madrid, en el elenco estaban Pedro Ruy-Blas, Víctor Ullate Jr., Enrique Sequero, Helen D. Quiroga y Edu entre otros.
Cats tiene gran popularidad a pesar de que nunca ha sido aclamada por la crítica. Muchos dicen que tiene un "atractivo familiar" que le falta a otros "prestigiosos" musicales. Ha sido uno de los musicales más queridos de todos los tiempos, estando traducido a más de 20 idiomas. Todavía se representa en el Reino Unido y en muchos otros lugares del mundo.
Segun la crítica especializada, la mejor adaptación internacional de el musical, se realizó en México en 1991, protagonizada por la cantante María del Sol en el Teatro Silvia Pinal. El propio Webber alabó el esplendido trabajo de esta puesta en escena.
"Cats" es presentado por primera vez en América del Sur en Chile, el 3 de Octubre en el Teatro Arenas de Santiago por el elenco original de Broadway el cual fue presentado en su idioma correspondiente al elenco, en ingles. "Cats es presentado el 4 de Diciembre en el Teatro Municipal de Calama por la compañía teatral "TEATRO MANIA" El cual lo presentará en su version español, en donde se convierte en la primera compañia Chilena en montar este complejo musical en vivo y en español.

Joe Hisaishi - Mononoke Hime (Princess Mononoke) Soundtrack

|
Descargar



Partitura que sigue la línea que su compositor ha aplicado en distintos filmes de animación japoneses, con melodías románticas y temas espectaculares de estilo sinfónico a las que añade instrumentaciones orientales.Al ser un filme de animación, la música tiene una relevancia destacada, ya que es la que marca tanto la acción como los sentimientos de los personajes. Por ello, el compositor incide mucho en remarcar lo épico y lo romántico, con suntuosas melodías que refuerzan las imágenes en un sentido que deliberadamente es grandilocuente y que subraya con energía la acción, con los oportunos toques de música e instrumentos orientales.Es una extensa partitura sinfónica con grandes dosis de épica a medida del argumento. Resalta el heroicismo y el coraje de la princesa protagonista, a la que dedica el tema principal, donde predomina un uso oriental de la armonía y es interpretado por la flauta japonesa que le dota de carácter grave pero triste al mismo tiempo. La atmósfera establecida por esta melodía se repite a lo largo del filme, a través de diferentes versiones.Pero la banda sonora adolece por su dispersión melódica y el más que torpe empleo de sintetizadores en momentos inoportunos.

John Debney - Zathura Soundtrack

|
Descargar



Partitura épica y sinfónica, muy grandilocuente y enfática, donde el compositor aplica coros para realzar el sentido de gran odisea, de aventura heroica. Cuenta con un poderoso tema principal y con una sucesión de temas en similar línea.

Patrick Doyle - Quest for Camelot Soundtrack

|
Descargar


Banda sonora con catorce canciones escritas por David Foster y Carole Bayer Sager, que siguen la tradición del cine de animación, combinando un tono a lo Broadway con baladas contemporáneas. Del espacio cedido para la música original de Doyle -muy escaso en el disco- sobresalen por sus melodías de corte épico y romántico.

David Newman - Matilda Soundtrack

|


Bella creación en la que el compositor alterna agradable música, con destacado empleo del piano, y otros temas más dinámicos, destinados a realzar la comedia. Sobresale por su tema principal.

Kenji Kawai - Dark Water Soundtrack

|
Descargar


Kenji Kawai (川井 憲次, Kawai Kenji?), nació el 23 de abril de 1957 en Shinagawa, Tokio. Compositor japonés, ha compuesto música para películas normales y de anime, series de anime, videojuegos y series televisivas. Ha contribuido a los registros musicales de las películas de Mamoru Oshii, Ghost in the Shell y Avalon, así como también ha participado en las bandas sonoras de las películas japonesas de Hideo Nakata, como Ringu, Ringu 2, Dark Water y Kaidan. Más recientemente este músico ha participado en la producción musical del videojuego Silent Hill 3 y ha compuesto la banda sonora de la película Death Note.Tras no superar sus estudios de Ingeniería nuclear en la Universidad de Tokai, Kenji Kawai comenzó a estudiar en la Academia de Música de Shobi. Sin embargo, no aguantó más que medio año. Con un pequeño grupo de amigos, creó la banda Muse, que tocaba Fusión rock y que participó en varias competiciones musicales. Fue a través de estas competiciones musicales que los miembros de la banda adquieron experiencia y competencia musical, llegando el momento en el cual decidieron separarse y buscarse trabajo en la industria musical. Nada más abandonar Muse, Kenji Kawai comenzó a componer música para anuncios en el estudio de su hogar. Mientras grababa la música para el locutor de radio Yuji Mitsuya conoció al director Naoko Asari, quien le propuso que compusiera bandas sonoras para animes japoneses. Algunos de sus trabajos en el apartado del anime son: Ranma ½, Ghost in the Shell, y la más reciente Death Note.

Arve Henriksen - Chiaroscuro

|


Trompetista Noruego nacido el 22 de Marzo de 1968. Es conocido por su manera de tocar la trompeta, ya que asemeja el sonido de una flauta. Henriksen toma su inspiración de los sonidos de la flauta shakuhachi japonesa. Ha tocado junto a artistas como: Misha Alperin, Jon Balkes Magnetic North Orchestra, Nils Petter Molvær, Audun Kleive, Trygve Seim, Terje Isungset, Christian Wallumrød. También forma parte de las bandas Supersilent y Food for Quartet, ambas pertenecientes al sello Rune Grammofon

Arne Nordheim - Electric

|
Descargar
Compositor electroacústico nacido en Larvik (Noruega), en 1931. Estudió composición en el Conservatorio de Oslo (1948-52), abandonando los estudios. Pionero de la música electrónica en su país, estudió música concreta y electrónica en Varsovia y Estocolmo durante los años 50-60. Entre sus obras electroacústicas destacan Colorazione (1968), Solitaire (1968), Pace (1970), y Five Osaka Fragments (1973). También ha creado piezas para orquesta de cámara, conciertos para conjuntos atípicos, ballets, teatro, etc.
La comunidad musical contemporánea juega un papel activo y visible dentro de la vida musical noruega. La sección noruega de la ISCM (Sociedad Internacional de Música Contemporánea) la Sociedad Ny Musikk (nueva música) juega un papel clave dentro de este ámbito. Esta organización fue fundada por la compositora Pauline Hall (1890-1969) en 1938. Su interés surgió a raíz de una estancia en París donde sintió la necesidad de crear un escenario donde pudiera explorar nuevas tendencias tras su vuelta a Noruega. Actualmente, la Sociedad mantiene una red nacional que fomenta la música contemporánea, y ha tenido un profundo impacto en el desarrollo profesional de nuevos compositores y músicos, al igual que otros conjuntos dedicados a la música contemporánea.Los compositores noruegos son conocidos por los esfuerzos que realizan para fomentar su arte y han luchado para que se les reconozca a través de organizaciones nacionales, nórdicas e internacionales que protejan sus derechos como compositores y propietarios de copyrights.

Muchos de los compositores más importantes han ejercido de presidentes de la Sociedad Ny Musikk . Después de Pauline Hall, considerada como una de las escasas impresionistas noruegas, aparece Finn Mortensen (1890-1969), el número uno del serialismo, seguido de Arne Nordheim, el baluarte de la música electrónica. Los últimos presidentes de la organización incluyen a Kåre Kolberg, John Persen y Åse Hedstrøm, todos ellos compositores muy activos. Tanto Persen como Hedstrøm han sido directores del festival de música contemporánea de mayor influencia en Noruega, el Ultima – El festival de Música Contemporánea de Oslo.Arne Nordheim (nacido en 1931) ocupa una posición privilegiada dentro del grupo de compositores actuales. Vive en Grotten, en la Residencia Honoraria para Artistas del gobierno noruego cercana al Palacio Real.

David Britten - Whale Song

|
Descargar
El canto de las ballenas es la colección de sonidos que emiten las ballenas para comunicarse.Por ejemplo, si la palabra "canto" se emplea en particular para describir el patrón de sonidos predecibles y repetitivos que emiten ciertas especies de ballenas (especialmente la ballena yubarta) de una manera que se asemeja al canto de los humanos, según los cetólogos.
Los procesos biológicos utilizados para producir el sonido varían de una familia de cetáceos a otra. Sin embargo, todas las ballenas, delfines y marsopas son mucho más dependientes del sonido para comunicarse y sentir que sus primos terrestres porque la absorción de la luz por el agua hace difícil la visión y a que el movimiento relativamente más lento del agua comparado con el aire disminuye la efectividad del sentido del olfato.
Por otra parte la comunicación auditiva es muy efectiva dentro del agua por razones físicas. En un medio gaseoso, como el aire, la energía de las vibraciones se disipa rápidamente a causa de su elasticidad y el sonido se atenúa enseguida con la distancia. En los líquidos, que son más densos, el sonido se propaga a una velocidad mucho mayor, 1.500 m/s en el agua frente a 340 m/s en el aire; y siendo como son incompresibles (no varían apenas en densidad con la presión) se atenúa menos intensamente. Los cetáceos pueden así comunicarse a distancias enormes.
Los cetáceos tienen un sentido del oído muy elaborado, que incluye la habilidad de detectar con mucha precisión la dirección de procedencia de los sonidos. Lo aprovechan, sobre todo los delfines, para practicar la ecolocalización, emitiendo sonidos de cuyo reflejo se averigua la distancia y forma de los objetos circundantes. La forma globosa de la cabeza de cachalotes o delfines se debe a la existencia de un mecanismo de amplificación del sonido, el melón. Actualmente hay preocupación entre los ambientalistas por el aumento del ruido en los océanos debido a la pesca, ya que se piensa que los humanos podemos estar acabando con el silencio característico del hábitat marino. Por esta razón se ha reclamado la interrupción del uso de sonares destinados a la investigación científica y la vigilancia militar. Recientemente (2004) se ha decidido suspender el uso militar del sonar activo en Canarias, tras comprobarse su relación con el varamiento de cetáceos consecutivo a maniobras navales realizadas en 2002.

The Chieftains & Van Morrison - Irish Heartbeat

|
Irish Heartbeat es un álbum de estudio del músico norirlandés Van Morrison y el grupo de música tradicional irlandesa The Chieftains, publicado en 1988 y grabado en Dublín, Irlanda.
En enero de 2009, Irish Heartbeat será remasterizado y reeditado por Exile/Polydor en la cuarta y última serie de reediciones del catálogo musical de Van Morrison desde 1971 hasta 2002.
Sesiones de grabación
Irish Heartbeat fue grabado entre septiembre y diciembre de 1987 y en enero de 1988. The Chieftains y Van Morrison se habían reunido años antes en el Festival de Rock de Edinburgo. Durante la gira de promoción de No Guru, No Method, No Teacher, ambos volverían a juntarse en Belfast, y posteriormente, Morrison y Paddy Moloney discutieron sobre grabar un álbum juntos. Ambos tenían una lista de canciones y acabaron consensuando la grabación de dos temas previamente publicados por Van Morrison y varias canciones de la música tradicional irlandesa. En octubre de 1987, The Chieftains y Van Morrison volvieron a tocar en el Balmoral Studio de Belfast en un concierto posteriormente retransmitido el Día de San Patricio de 1988.

Canciones
Irish Heartbeat está integrado por ocho canciones tradicionales irlandesas, además de nuevas versiones de las canciones de Van Morrison "Celtic Ray" (originariamente publicada en el álbum de 1982 Beautiful Vision) e "Irish Heartbeat" (publicada en el álbum de 1983 Inarticulate Speech of the Heart). "Carrickfergus" fue descrita con un "aire melancólico digno de Otis Reeding" por el crítico Denis Campbell. "Raglan Road" fue adaptada a partir de un poema de Patrick Kavanagh y relata la historia de "un hombre atrapado por una belleza que confunde con una criatura hecha de barro".
En 1994, Billy Connolly grabó una versión en directo de la canción "Irish Heartbeat" durante su World Tour of Scotland.

Después de la publicación
El álbum fue definido como "una de los trabajos más inquietantes, conmovedores y francamente favorables del año". La revista musical Rolling Stone le otorgó cuatro estrellas sobre un total de cinco y remarcó acerca del álbum su "esplendor e intensa belleza".

Hans Zimmer - Tears of the Sun Soundtrack

|
Descargar


Después de la agotadora experiencia que supuso la audición de Black Hawk Down, he de admitir que me acerqué a este score con algo de cautela. Sin menospreciar la eficacia de dicho score como parte integral de una película que aborda un tema ya de por sí impactante y salvaje, reconozco que la experimentación formal y su incursión en la atonalidad de la que el maestro alemán hizo alarde en dicho score me pilló por sorpresa y no satisfizo mis expectativas. Por tanto, no sabía qué me iba a encontrar en Tears of the Sun, un vehículo de acción para el lucimiento de Bruce Willis, lo cual no es de por sí algo negativo, ya que aseguraba momentos de acción para que el maestro alemán pudiera lucirse. En cualquier caso, añoraba más que nunca antes al Zimmer capaz de estremecerme con sus apabullantes temas de acción a lo El Pacificador, y también al Zimmer capaz de conmoverme con sus bellos adagios tipo La Delgada Línea Roja o Beyond Rangoon que tan bien podrían encajar, a priori, en un proyecto como Tears of the Sun.
Pues bien, he de decir, aliviado, que en parte eso es lo que Zimmer ofrece en este nuevamente genial score. Hay que reconocer que Zimmer guarda una relación muy especial, y de muchos años ha, con las culturas étnicas africanas. Ahí quedan El Rey León, El Poder de Uno, o su música para el documental Millennium, como testimonios de dicha relación. En la mayor parte de dichos proyectos, Zimmer brilló con luz propia gracias a un siempre eficaz uso de hermosas melodías arropadas por los ritmos más intensos y tribales. En Tears of the Sun, Zimmer vuelve por sus fueros, y quizás el mayor acierto de este score está en su decisión por aprovechar al máximo las increíbles cualidades tímbricas de la voz de Lebo M, habitual colaborador de Zimmer que nunca (que yo recuerde) había tenido la oportunidad de lucirse como lo hace en esta banda sonora. Su voz suena salvaje, libre, y desgarrada, y al mismo tiempo intensamente emotiva. Sin embargo, esto no resta protagonismo al verdadero artífice de este inolvidable tributo musical a la esperanza y la paz en África: Hans Zimmer. Arropado por un buen número de colaboradores, que secundan y enriquecen la música con sonoridades multirraciales y de una gran riqueza sonora, Hans Zimmer vuelve a brillar como es de costumbre en él, aunque en este score sea de un modo muy especial. Si en Spirit brilló por ese canto a la Libertad llamado Run Free, una auténtica delicia, en Tears of the Sun Zimmer brilla en el noveno corte, titulado The Jablonsky Variations on a Theme by HZ / Cameroon Border Post. Se trata, simplemente, de una de las cimas cualitativas del Zimmer de los últimos años. La primera mitad del corte es un emotivo adagio para cuerda y voz, un lamento elegíaco que alcanza su punto álgido en un soberbio crecendo que da paso a una sección de transición, con reminiscencias a la música cacofónica de Sinchrotone, que da paso a lo realmente sublime de un corte que no tiene desperdicio. Es en este momento cuando la música alcanza mayor dramatismo, y al mismo tiempo heroicidad, gracias a los potentes ritmos made in Zimmer y la apabullante intensidad de la voz de Lebo M, todos y cada uno de los elementos engarzados a la perfección para ofrecer uno de los momentos de mayor intensidad emocional que pueda recordar en muchos años. Se trata de una de esas maravillas de las que sólo Zimmer es capaz de ofrecer, y también una de esas maravillas que dignifican engrandecen las imágenes a las que acompaña. El comentario más extenso y minucioso de que fuera capaz no haría justicia a semejante delicia.
En resumidas cuentas, quizás en su conjunto no se trate de un trabajo tan redondo como en su día fue Pearl Harbor, pero consigue con creces mantener el listón bien alto, demostrando así que Zimmer aún tiene mucho que decir, no sólo estilísticamente hablando, sino (tal y como demuestran maravillas como la que acabo de comentar) también a nivel de composición.
Luis Rodríguez Romero

Joe Hisaishi - Spirited Away Soundtrack

|
Descargar

Miyazaki, después de crear esa maravilla para los sentidos que fue La Princesa Mononoke, se tomó un merecido descanso y dejó las labores de dirección del Studio Ghibli al maestro Isao Takahata, creador de series tan conocidas por todos como Heidi o Marco, entre otras.
Pero parece ser que la aventura en solitario de Takahata no fue demasiado productiva, en el ámbito de critica y publico, a tenor de los pésimos resultados de su ultima película Yamada es mi vecino. Así que Miyazaki volvió a tomar las riendas en "La Desaparición de Sen y Chihiro", llamando de nuevo al magnífico Joe Hisaishi, para que se hiciese de nuevo cargo de su música, después de innumerables colaboraciones como Nausicaä, Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke, etc...
La edición que voy a reseñar es un "Image Album", algo así como una edición complementaria de la oficial, donde tienen cabida canciones y temas instrumentales del compositor.
En regla general, las canciones son demasiado representativas de una cultura, en este caso la Japonesa. De ahí que la escucha sea a veces demasiada fuerte para el oído, si no lo tenemos domado ante esa cultura tan poderosamente original como es la nipona. Yo personalmente no puedo menos que soltar alguna que otra carcajada con canciones como The Great Gods, que tiene una base instrumental impresionante, con una voz femenina idónea, pero que es atrozmente mutilada por la aparición de un grotesco ser que mejor hubiese pedido le taparan la boca con cinta aislante.
Otra canción un tanto "difícil", por llamarlo de alguna manera, es Oil Sellar, cercana a los cánticos de los Indios Americanos, pero cantado en Japonés, o sea, una mezcla un tanto "peculiar".
Luego esta la típica canción de muchacha nipona de serie de televisión, "Solitude", que hace acordarme de la canción de Bulma para Bola de Dragón, la de los créditos finales.
En cuanto a la partitura de Hisaishi, ésta se encuentra más cercana a lo que hiciese en Mi Vecino Totoro, muy alejado del grado épico conseguido con la Princesa... o la magna obra creada para Arion. Destaca una vez más la maestría con que Hisaishi parece tocar un instrumento que lo es todo en una composición, el piano.
También hay momentos más "espectaculares", fuera de ese aire intimista que parece impregnar toda la obra, como es el caso de A Night comes. Con un aire decididamente siniestro, pero no demasiado cerrado, apoyado en el gran dominio que tiene del sintetizador, que hace pensar en momentos puntuales de Robot Carnival.
También destaca el magistral protagonismo del violín en Residents in the Wonderland, ya más en la línea dulce y calmada del genial Hisaishi, con ese sentimiento nostálgico que parece transportarnos a determinados momentos de La lista se Schindler de Williams. Es la pieza clave del disco, con una sección final magníficamente acompañada por un sampler clonado del Grandes esperanzas de Doyle.
En conclusión, si no fuese por esas malditas canciones estaríamos hablando de un trabajo indispensable, algo que sí es la edición oficial. El sentimiento de Hisaishi parece brotar de sus manos y extenderse en un melancólico piano que inunda todo de una nostalgia inusual en una película de animación. De nuevo Hisaishi hace magia, magia que el oído se encarga de llevar directamente al corazón.
Lo Mejor: Toda la partitura de Hisaishi, que denota una madurez en consecuencia con una evolución magistral.
Lo Peor: Las canciones, y el engendro perpetrador de las "voces de ultratumba" de The Great Gods.
El Momento: Residents in the Wonderland.
DDBSpawn

Django Reinhardt - Djangology - The Gipsy Genius

|
Descargar

Django Reinhardt, (1910-1943), nació en Bélgica en el seno de una familia gitana y fue el primer músico de jazz europeo de aceptación universal, y también el más grande hasta ahora.
Analfabeto, autodidacta, incapaz de escribir una sola nota o de leer una partitura, era también un hombre con poca disciplina para el estudio, jugador empedernido y juerguista a mas no poder. Django Reinhardt, no obstante fue un músico extraordinario, lleno de inventiva y creatividad y supo adaptar la música que venía de América a sus habilidades con la guitarra, a pesar de que en una de ellas, le faltaban dos dedos, percance este ocurrido cuando durmiendo se declaró un pequeño incendio que lo tuvo hospitalizado mas de un año y que facilitó su acercamiento al jazz. Uno de sus hermanos le llevó al hospital una guitarra y desde entonces cambió el banjo por ésta que ya no dejó hasta el final de sus días, teniendo que inventar una nueva técnica de digitación acorde a sus facultades físicas mermadas. Django Reinhardt, Fue una referencia indiscutible e indispensable no solo para su generación sino para todos los guitarristas de jazz posteriores.
Discutido siempre, y discutida su música, lo que es indudable, es que la guitarra de este "gitano de los dedos de oro" como se le conocía, tenia un swing irresistible y sus acordes eran de una lógica asombrosa y de una inventiva extraordinaria. Su música siempre terminaba en si misma y de una manera casi mágica, siempre coincidían el principio y el final de la exposición con las partes equivalentes de la audición creando así una especie de complicidad con quien la escuchaba. Django Reinhardt, además de un gran músico, tuvo la virtud - poco común en la historia del jazz- de liderar con destreza un grupo de músicos que dieron muchos días de gloria a esta música. En 1934, en compañía de su hermano, Joseph, fundó con ocasión de un concierto en Paris, el grupo que se encargaría de difundir el jazz por centroeuropa en los años previos a la II Guerra Mundial: el "Quintette Du Hot Club de France", un combo formado por dos guitarras rítmicas, además de la solista, contrabajo y violín solista. El violinista era, Stéphane Grappelli, (1908-1997) un parisino que rápidamente se convirtió en la otra estrella del pequeño grupo basado en la excelente afinidad y compenetración con Django. En 1936, apenas dos años después de la formación del quinteto, el grupo estaba perfectamente consolidado y en 1937 realizó sus primeras giras internacionales. En muchas de ellas participaron grandes instrumentistas americanos que se encargaron de dar lustre y categoría al quinteto francés: Benny Carter, al saxo alto o Coleman Hawkins al saxo tenor, fueron los solistas mas destacados que tocaron junto al gran Django Reinhardt.
La II Guerra Mundial les sorprendió en Londres donde se quedó Grappelli, volviéndose el resto del grupo a Francia. Mientras el resto de sus hermanos de raza sufrió la persecución y los campos de concentración, Django Reinhardt, tuvo la suerte de ser el protegido de uno de los funcionarios de la administración nazi aficionado a su música. Paradójicamente, Django Reinhardt y su música fue, durante la ocupación nazi de Paris, uno de los símbolos culturales de la Resistencia.
La fama de Django - que el en un exceso de fanfarronería alardeaba y engrandecía - llegó a oídos del mismísimo, Duke Ellington, y hasta los Estados Unidos viajó el guitarrista belga convencido de que su fama era mayor de lo que en realidad era. Django Reinhardt, dejó tras de sí una amplísima estela de seguidores incondicionales que lo consideran sin ninguna duda, el padre de todos los guitarristas de jazz europeos. Desde Jaco Pastorius o John Mclaughlin, en el jazz moderno a Jimmy Raney o Wes Montgomery, en el tradicional, todos coinciden en que este gitano belga dio un vuelco espectacular a la música en Europa.
Django Reinhardt, falleció el 16 d mayo de 1953 en la localidad francesa de Fontainebleau cuando apenas tenía 43 años. Pero a Django lo mantienen vivo sus cerca de 300 grabaciones y una legión de seguidores de su estilo, tanto gitanos: Bireli Lagrene, Elios Ferré, o Christian Escoudé, como “payos “, entre los que se encuentran, René Thomas, Philip Catherine, Larry Coryell, o Jim Hall. Recientemente Woody Allen le ha dedicado una de sus últimas películas,”Acordes y Desacuerdos” (1999). Su hueco en la guitarra de jazz europea todavía está sin ocupar.

Gustavo Santolalla - Brokeback Mountine Soundtrack

|
Descargar


Tras su particular incursión en el mundo de los superhéroes de cómic con Hulk, el prestigioso realizador taiwanés And Lee (Sentido y Sensibilidad, Tigre y Dragón) se ha vuelto a decantar por un género que domina, como es el dramático, y nos cuenta una historia de amor con una peculiaridad cuanto menos bastante original: y es que en Brokeback Mountain los amantes son dos cowboys de Wyoming interpretados por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal. Y siguiendo su costumbre de cambiar de compositor en cada película, Lee ha confiado en el argentino Gustavo Santaolalla (Amores perros, 21 gramos, Diarios de motocicleta) para hacerse cargo de la banda sonora. En este caso, la labor de Santaolalla se divide en dos: por un lado, es el autor del score de la película y, por otro, ha compuesto, junto a diversos letristas, hasta cinco canciones que pueden oírse a lo largo de la misma.
Hablemos un poco del score. Santaolalla ha compuesto para la ocasión una partitura seria y sumamente intimista que encaja a la perfección con la temática del film y su ambientación. Debido a la simplicidad y austeridad de este score puede que algunos definan su estilo como pobre; sin embargo, personalmente considero que en este caso ha sido un rotundo acierto la apuesta de Santaolalla por quedar en un segundo plano y no destacar en absoluto, y es que su música sólo puntualiza y añade pequeños matices a la obra de Lee. El excelente motivo principal de Brokeback Montain resulta una combinación perfecta de amor y tristeza que evoca de forma genial el tragico destino de los protagonistas (el amor imposible). En general, Santaolalla imprime a su partitura un ritmo pausado, amable y muy country que tiene a la guitarra como principal protagonista, logrando una acústica cercana y muy favorecedora. La única pega que puede ponérsele es que, aunque se encuentra bastante bien repartido a lo largo del compacto, su duración total en conjunto no llega a los trece minutos.
El resto del CD, una media hora aproximadamente, está compuesto por diez canciones de estilo folk-country que se dividen entre las cinco que Santaolalla ha compuesto expresamente para el film de Lee y otras tantas más antiguas que el realizador taiwanés ha utilizado en su película. Del grupo de las de Santaolalla destaca A Love That Will Never Grow Old, con un aire triste y melancólico precioso y el amor imposible como telón de fondo; además, esta canción, con letra de Bernie Taupin, se encuentra espléndidamente interpretada por Emmylou Harris. En el otro grupo encontramos algunos clásicos del género revisitados para la ocasión por sus autores originales y por otros nuevos, con nombres tan relevantes como Willie Nelson, Steve Earle o Rufus Wainwright. Pero lo mejor de todas estas canciones (tanto las de Santaolalla como las otras) es que su calidad es bastante buena, siempre teniendo en cuenta el género en que están enmarcadas, y dan una cohesión al conjunto realmente envidiable.
En resumen, Brokeback Mountain es un compacto muy agradable que, aunque abusa de las canciones, resulta muy recomendable para los amantes de la música melódica y suave con toques melancólicos. Un regalo para los oídos de los aficionados a la música country y una sorpresa para los que, como un servidor, no confían demasiado en las bandas sonoras repletas de canciones.
Lo mejor: El conjunto del CD, una combinación perfecta de score y canciones de suave y agradable estilo country.Lo peor: Quizás se eche en falta algo más de score, aunque esto no es una tara considerable ya que el conjunto es muy bueno.El track: Del score, Brokeback Mountain 1, y de las canciones me quedo con la voz de Emmylou Harris y A Love That Will Never Grow Old.
Ricardo Borrero.

John Williams - Star Wars Episode IV: A New Hope Soundtrack

|
Una de las variantes en las filias que genera "La Guerra de las Galaxias" es la de los amantes de su banda sonora y, por extensión, de su autor. A día de hoy, tan sólo otro compositor -Hans Zimmer- levanta pasiones parecidas en el panorama de la música cinematográfica. Para la inmensa mayoría de los seguidores de Williams, ésta es una de las obras puntales de su carrera, junto a otras indiscutibles como E.T., Indiana Jones o La lista de Schindler.
John Williams es en la actualidad no sólo una figura de primer orden en el mundo del cine sino también un reputado director de orquesta y esporádico compositor de obras de concierto. Sin la necesidad de un amplio repertorio de la mal llamada música seria, Williams se ha hecho un hueco indeleble en la historia de la música, y sus melodías, fácilmente reconocibles por el público profano, forman parte del acervo musical de la cultura occidental.
En 1977, sin embargo, su posición era diferente. Durante la década de los 60, el joven Johnny T. Williams había hecho carrera como arreglista de música ligera, además de orquestando trabajos de compositores de primera fila en el cine. Él mismo consiguió hacerse un hueco como compositor, popularizando en primera instancia su faceta más ligera, de influencia jazzística, en comedias románticas, y pasando a la gran orquesta en el cine de catástrofe tan de boga en la década de los 70.
"Tiburón" supuso su primer premio Óscar como compositor y fue Steven Spielberg, su director, quien lo recomendó a Lucas para componer la banda sonora de esa cinta de aventuras espaciales que no acababa de convencer a ninguno. George Lucas ha llegado a comentar que, de todo el trabajo para "La Guerra de las Galaxias", la música fue el único producto que, una vez completado, superó sus expectativas iniciales.
- Cambiando el rumbo de la ciencia ficción
En la actualidad a nadie le sorprende escuchar una gran orquesta romántica como ejecutante de la música en una película de ciencia ficción; el género parece haberse asentado entre las brillantes fanfarrias de Star Wars y las elegías de Star Trek (tampoco ajena por completo a las fanfarrias), y ya cualquier producto, bien sea para cine o televisión, se articula en torno a estos dos ejes fundamentales en lo musical, aunque series como Firefly y la nueva encarnación de Galáctica se alejen de estos modelos. No siempre fue así.
Antes de que Lucas convirtiera la "space opera" al formato de largometraje, los productos de ciencia ficción en las salas de cine eran diferentes del gran espectáculo al que estamos acostumbrados en la actualidad. Por aquel entonces el punto de referencia en el género era "2001, una odisea del espacio", una cinta de innegable factura, aunque con un planteamiento narrativo y un montaje diametralmente opuestos a "Star Wars". Kubrick -partidario siempre de utilizar música preexistente- parió una banda sonora ecléctica, alternando obras de repertorio clásico, popular en unos casos y de difícil audición (en especial las obras de G. Ligeti) en otros con la intención crear una atmósfera opresiva y desorientadora. Ese mismo año Jerry Goldsmith, de la misma generación que John Williams, se arriesgaba con una obra musical de raíz expresionista: El Planeta de los Simios; hasta el propio Williams compondría música dentro de ese estilo para "Encuentros en la Tercera Fase" en el mismo año 1977. Previamente habíamos asistido al paroxismo experimental en "Planeta prohibido", peculiar híbrido entre música concreta y electroacústica al mundo del cine; y todavía estaría por llegar la popularidad de la música electrónica, de la cual tenemos como ejemplo "Blade Runner" o "Tron".
Con todas estas premisas, no se localiza la conexión de Star Wars con los clásicos de aventuras de E. W. Korngold y sus contemporáneos sobre los cuales se inspira la banda sonora. Falta en un dato en la ecuación para hallar la respuesta: No era la primera vez que el músico neoyorquino componía música para el género de ciencia-ficción; ya a finales de los 60, durante su etapa televisiva, había trabajado en diferentes series: "Perdidos en el Espacio", "El túnel del tiempo" o "Land of the giants". En estas series la inspiración musical es más cercana a los trabajos para el género fantástico de Bernard Herrmann, más expresiva que expresionista y con gusto por las formaciones orquestales sobredimensionadas, en un entorno orquestal Wagneriano.
Williams seguramente conocía la génesis de Star Wars como una teleserie; conservando parte de su espíritu primigenio en los personajes, el relato y el ritmo narrativo, el producto se prestaba a ese mismo enfoque musical. Quizás para enaltecer el discurso musical, el compositor derivó su fuente de inspiración hacia la nobleza romántico-épica de Korngold, pero sin perder de vista el dinamismo inherente a la cinta de Lucas. De ahí que la banda sonora de Star Wars sea prolija en temas melódicos, entrelazados con la habitual maestría en un montaje musical muy dinámico y ajustado a las imágenes.
- Agradecimientos a Richard Wagner
Ya he hecho mención a la escala monumental de la orquestación inherente a "Star Wars", no sólo a la película primigenia, sino a la hexalogía completa. No es, sin embargo, la única influencia que ejerce el estilo de Richard Wagner sobre la obra de Williams. Antes incluso de la concepción de la música, encontramos ya una conexión válida: La historia completa de Star Wars es una epopeya que guarda similitudes reconocidas con la tetralogía del Anillo -ciclo de óperas compuestas por R. Wagner-; más curioso es el punto de enlace que supone, entre estos dos puntos, "El Señor de los Anillos" de J.R.R. Tolkien, una obra que conoció su eclosión popular en la Norteamérica de los años 60, por su representación de la victoria de los valores sobre la tiranía del poder. Es esta una lectura que no cuesta ningún esfuerzo reconocer en el guión de Lucas, aun cuando ahora se nos sitúe a la evolución interna del personaje de Darth Vader como motor principal del conjunto.
El otro elemento principal que entronca el estilo de Williams hacia el de Wagner es el uso del leitmotiv, un concepto al que nos referimos frecuentemente al hablar de música cinematográfica, dado que, como en la música escénica, es de aplicación habitual. Este concepto musical, acuñado por Wagner, relaciona melodías de rápida retentiva con personajes o lugares de una obra concreta, de modo que la interpretación de esa melodía sitúe con más eficiencia al espectador dentro de la trama. Además, estos temas de marcada vocación melódica, suelen estar expuestos a diferentes variaciones y desarrollos a los que les somete el compositor, otorgando así una mayor relevancia a ciertos temas cuanto mayor es el número de apariciones y la riqueza de las transformaciones que experimenta.
En el caso que nos ocupa, la lista de leit motivs es amplia e igualmente de elevada factura: La inmortal fanfarria de apertura como tema principal, el tema de la fuerza y el tema de la princesa representan en la partitura al trío de protagonistas (Luke, Obi Wan y Leia; Han Solo aún no goza de la notoriedad que tendría en posteriores entregas). Junto a ellos escucharemos antes o después el tema del ejército imperial o el de los Jawas, así como otros temas asociados a entornos más que a personajes, caso de los temas que suenan durante la escena en la Cantina de Mos Eisley.
Un último elemento, al que no se acude con la misma asiduidad que a los dos precedentes, es la maestría que demuestra Williams sobre el discurso armónico, al igual que hacía Wagner en sus obras. Pocos (por no decir ninguno) músicos han hecho gala de un dominio de la modulación y el contrapunto. Si para este último concepto musical sería un ejemplo modélico la fusión de los temas de Indiana Jones y la Marcha de los Niños Esclavos en los títulos finales de "Indiana Jones y el templo maldito", del primero tenemos muchas muestras en la propia "Star Wars". Un buen desarrollo armónico es fundamental para la concepción de puentes musicales entre los distintos leit motivs, y en algunos momentos de cualquiera de estas películas escuchamos un permanente ir y venir de melodías, requeridas por la acción en pantalla, melodías que acabarían convertidas en un batiburrillo sin sentido de no ser por la habilidad de enlazar unas con otras con un sentido musical coherente. Ahí reside la utilidad práctica de un manejo satisfactorio del arte de la modulación y la ingeniería subyacente en todo buen puente armónico que se precie. Para más información al respecto, los títulos finales de la trilogía clásica -Episodios IV a VI- son un ejemplo clarificador, con mención especial a los de "El Imperio Contraataca". Si los créditos de la nueva trilogía -Episodios I a III- no revierten en el oyente (aunque habrá a quien sí, por supuesto) la misma sensación satisfactoria que los anteriores, es por el poco interés mostrado por Williams en esta ocasión por dotar a los temas de nueva factura de coherencia en el discurso armónico.
- Breves apuntes
Durante muchos años nos hemos tenido que conformar con unas ediciones en disco que no hacían justicia a la obra completa, salvo en el caso concreto de "Una Nueva Esperanza", como se renombró a la película original en sus sucesivos reestrenos. En este caso concreto, un doble disco de 33 revoluciones incluía aproximadamente hora y media de música. Algunas de las piezas habían sido arregladas por el propio compositor para conferirles una estructura plena que permitiera su interpretación en forma de suite orquestal. Con todo, el disco sólo respetaba parcialmente la cronología del relato y llegaba a fusionar diferentes fragmentos en un solo corte del disco.
A principios de los 90 se editó una nueva edición de 4 discos para toda la trilogía, que los aficionados recibimos expectantes para cubrir huecos de la segunda y tercera entrega, por no contar el detalle de disponer del material ordenado cronológicamente. Finalmente, con el estreno en 1997 de las ediciones especiales (verdadero laboratorio experimental para los efectos especiales de la nueva trilogía) se lanzaron discos dobles (BMG Classics/RCA Victor 09026-68746-2) para cada una de las películas, en ediciones completas -ahora sí- remezcladas con la tecnología puntera del momento y ordenadas cronológicamente. Es a esta edición a la que nos vamos a referir, puesto que la posterior y todavía reciente del sello SONY CLASSICAL no aporta nada nuevo.
- El Tema
Es posible que el tema principal ("Main title") de "La guerra de las galaxias" sea uno de los que mejor define, en el plano musical, el concepto de Cine, junto a otros clásicos como "Lo que el viento se llevó" o "Psicosis". Con esta premisa, es todo un atrevimiento -para algunos hasta una herejía- plantear siquiera que este archiconocido tema musical pueda calificarse de mediocre. Sí, han leído correctamente: Mediocre; al menos desde ciertas perspectivas que trataré de clarificar.
Fanfarria es el término musical que mejor define a este tema musical. Se puede definir, con mayor o menor acierto, como la música interpretada por una agrupación musical, con profusión de metales y percusión, de carácter militar y/o ceremonioso. La fanfarria que nos ocupa arranca con contundencia y brillantez, asentando firmemente la tonalidad principal en su introducción;
luego las trompetas ejecutan una sencilla melodía de vocación rítmica y nulo interés armónico en la cual tan sólo sobresale un impropio salto de tesitura en el normal desarrollo melódico. La estructura del tema es la manida secuencia A-B-A, encargándose las trompas de la reexposición de la melodía principal, siendo "B" una melodía a cargo de las cuerdas de vocación más lírica, como elemento contrastante que debe ser respecto a "A".
En resumen: Es una música predecible, esquemática y nada imaginativa.
La valoración que podamos hacer de este tema musical mejora merced a una lustrosa orquestación, dentro de la cual se advierten planos secundarios que procuran enriquecer el conjunto pero que, no obstante, quedan bastante velados por la contundencia de la melodía y el acompañamiento percusivo propios a la fanfarria.

Todo este análisis de minuto y medio de música en sí aporta bien poco, salvo constatar el hecho fehaciente de que la simbiosis entre música e imagen puede llegar a modificar notablemente la percepción del público. El tema principal cumple su función: Es un pegadizo acompañamiento al texto introductor y sirve igualmente para situar al espectador en la atmósfera de confrontación bélica en la cual se va a desarrollar parte de la película, además de tratar de elevar la escala del relato al nivel de epopeya. Eso sí, insisto una vez más en que su calidad musical intrínseca no es nada destacable.
Con todo, es el amplio ramillete de temas (mal llamados) secundarios lo que enriquece indefectiblemente el conjunto de esta banda sonora, así como la acertada aplicación de los mismos y sus diferentes variantes en muchos momentos de la cinta.
- Reparto musical
El tema principal, al que hacía referencia en el apartado anterior, está considerado como el tema que retrata a Luke Skywalker, en palabras del propio compositor; un tema brillante, dinámico y lleno de fuerza como su protagonista. Junto a Luke, encontramos a otros dos personajes -la princesa Leia Organa y Obi Wan (Ben) Kenobi-, cada uno de los cuales posee un tema propio y claramente identificable.
Del "Tema de la Princesa Leia" ("Princess Leia's theme") podemos disfrutar de una versión de concierto en todas las ediciones discográficas mencionadas. Empleado a modo de tema de amor, hace gala de un profundo romanticismo lírico en contraste con la contundencia del tema principal.
Pocas veces -y ésta es una de ellas- se hace patente el eterno prototipo de "héroe valeroso y duro rescata a heroína atractiva y encantadora", aun cuando ello no se refleja en el guión como sí en la música, en especial en lo que se refiere a la protagonista.
El tema de Leia (para abreviar) es de clara vocación melódica, desarrollado en una amplia tesitura propia del romanticismo; así, su arranque es titubeante, en un reflejo de la aparente fragilidad de la protagonista, y así lo exponen las trompas y luego la flauta. Como en toda historia de amor, se enciende la mecha de la pasión y el tema es re-expuesto por las cuerdas en un permanente crescendo y ascenso hasta culminar en un inevitable tutti orquestal,
seguido de una suave coda que remata el tema en su versión de concierto. La belleza del tema reside tanto en su melodía principal como en los puentes melódicos que Williams se saca de la manga o las deleitosas variaciones entre una exposición y otra del principal. La acertada orquestación mantiene al conjunto en un discreto segundo plano y ayuda así al lucimiento de los instrumentos solistas.
En la película podemos escuchar el tema por primera vez cuando Leia introduce la llamada de socorro en la memoria de R2-D2, pero no es hasta que el androide reproduce dicho mensaje delante de Luke ("The princess appears" o "The hologram")cuando tenemos la ocasión de escucharlo en su totalidad, reflejando el sentimiento utópico de Luke de salir en rescate de la atribulada remitente.
Si hay otro tema musical tan reconocible como el principal en toda la trilogía, ése es el "Tema de la Fuerza", asignado en este peculiar reparto musical al personaje de Obi Wan Kenobi (al menos en la trilogía original, no así en las nuevas películas).
Sin embargo, en el aspecto puramente musical, es el único de los tres que no está plenamente desarrollado, como tampoco disfruta de una versión de concierto.
Es una música con un componente claramente evocador, de carácter tranquilo y fraseo contemplativo que trata de definir el sentido místico de la Fuerza, con una característica melodía creciente en tesitura y, en ocasiones, también en intensidad para los momentos climáticos. En realidad, más que un tema, podemos hablar de la "melodía de la fuerza, pues sólo ese elemento -la melodía- es la esencia del tema. El resto de elementos -acompañamiento, orquestación, tempo, etc.- se transforma una y otra vez en función del momento y la situación, pues es un tema que suele acompañar a las intervenciones más trascendentes de Obi Wan.
Una escena axial en la película es la que lleva por título "Binary sunset" en el disco (la continuación de "The princess appears" en la edición primigenia). En dicha escena Luke siente con renovada intensidad el impulso de abandonar su vida de granjero por otra de aventuras espaciales, todo ello en un escenario con un cierto encanto crepuscular.
Para la misma, Williams ideó un tema independiente del resto, sin apenas identidad propia. En su lugar, Lucas propuso una reescritura del tema de la Fuerza en todo su esplendor, como finalmente se hizo. Hay que reconocer que, si bien rompe con la coherencia temática (en dicha escena no hay referencia alguna a Obi Wan), también es cierto que la música funciona a las mil maravillas, realzando la escena a un nivel totalmente distinto del que puedan insinuar las imágenes por sí mismas. En las ediciones completas de RCA y SONY se presenta también la versión primigenia de esta escena, dando al oyente la oportunidad de emitir su propio juicio sobre la idoneidad del cambio.
- Temas "secundarios"
¿Por qué el uso de las comillas? Evidente: Algunos de los motivos musicales de los cuales vamos a hablar en este apartado tienen más complejidad y retentiva que la mayoría de los "temas principales" que encontramos en las bandas sonoras, especialmente en los últimos tiempos de efectismo atmosférico que trata de enmascarar, en ocasiones, una marcada ausencia de inventiva creativa. Por eso resulta sonrojante aplicar tal calificación a estas breves fantasías musicales. Aparte, casi todos ellos no están relacionados con personajes concretos sino más bien con grupos o facciones de la historia, así como con escenarios específicos, de ahí su reducida relevancia en relación con los anteriores.
Antes que nada, una buena historia debe tener unos protagonistas bien definidos, entre ellos un personaje malvado que sirva de antítesis al héroe. Aunque en la película tenemos no uno sino dos referentes -Moff Tarkin y Darth Vader-, el tema musical está enfocado al ejército imperial en sí ("Imperial attack"), desde los superiores hasta el último soldado imperial. Por ello, el "tema del imperio" es una música de clara vocación belicista, en la cual el ritmo percusivo se impone a las licencias melódicas, tratando de aplastar cualquier resistencia en un continuo conflicto musical.
Este tema lo conduce la sección de metal, con las trompas y trompetas al frente, siendo éstas últimas la que mejor retratan la condición de llamada a la batalla de su célula musical; junto a éstas destaca la marcial percusión (con preeminencia de timbales) y el intermitente apoyo de unas vertiginosas y algo deslabazadas cuerdas para aumentar el dinamismo de la música.
El siguiente motivo musical con el que nos topamos, tanto en la película como en los discos, es el tema de los Jawas ("The dune sea of Tatooine o "The little people work"). La primera impresión que causan estos personajillos es hilaridad, si bien pronto tenemos ocasión de observar que son trabajadores que se toman muy en serio sus denodados esfuerzos para sacar unos ingresos con la compraventa -por decir algo amable- de robots y androides de todas clases. El enfoque musical es idóneo para reflejar esta dualidad, puesto que, tras una inquietante introducción asociada al desierto, arranca el tema en sí: Una burlesca marcha a cargo de la madera, en especial el oboe y el corno inglés, cuya nasal sonoridad proporciona el punto cómico asociado a los Jawas.
El obstinado intercambio de acordes entre las diferentes secciones de la cuerda mantiene la pieza en constante avance, en un reflejo del meticuloso trabajo de los Jawas, al tiempo que subraya la acción en pantalla con idéntica fruición.
Es una pieza con marcada vocación impresionista -puntillista, si se permite el símil pictórico- y un buen ejemplo de la pericia de Williams para desplazar la melodía a través de diferentes instrumentos sin perder la continuidad en la misma. También podemos escuchar la misma melodía durante la venta de los androides a la familia Skywalker ("The moisture farm" o "The desert and the robot auction").
Manteniendo el orden cronológico, el último de los temas musicales con un acabado pleno que podemos entresacar de la banda sonora es, como no podía ser de otra forma, la banda de la cantina ("Cantina band nº1 y 2"), la primera de las cuales se convirtió, desde el lanzamiento del disco, en uno de las piezas más populares,
en parte porque la segunda quedó inédita es su edición discográfica hasta bien entrados los años 90.
Ambas piezas bien pueden encuadrarse en el género del swing, aunque el ritmo vertiginoso y sincopado de la primera, su pegadiza melodía principal y la estructura en bloques diferenciados la atraen más al ragtime. La segunda, por su parte, es más calmada y tiene algunos toques de corte jazzístico en el tratamiento del solista. La ubicación de las dos es como música "presente" en la escena de la cantina donde Luke y Obi Wan conocen a Han Solo y Chewbacca. La inspiración del estilo musical fue, al parecer, del propio George Lucas, aun cuando encierra mucho mérito el arreglo instrumental del compositor, en una extraña mezcla de instrumentos clásicos de estas formaciones -clarinete, trompeta, saxofón- con percusión metálica y sintetizadores; asimismo, el tratamiento en post-producción para enrarecer las sonoridades también influye en el refrescante resultado final.
Como remate final, Williams nos regala los oídos con una marcha triunfal ("The throne room") con una orquestación más noble aunque igual de incisiva, en el que es apenas el único ambiente sonoro que acompaña a la ceremonia final de entrega de medallas.
Incrustada en la naturaleza marcial de esta pieza, se encuentra una nueva variación del tema de la fuerza, expuesta con más ímpetu que nunca;
por otro lado, el episodio melódico de esta marcha -que sigue la habitual evolución impredecible de Williams- también incluye una rendición majestuosa del tema de Luke.
Es, en definitiva, un broche final donde se reúnen algunos de las melodías más relevantes de toda la obra y con un puente final que enlaza hábilmente con el tema principal en su arreglo de concierto que sigue en los títulos de créditos, creando una selección musical -a la que suele denominarse ‘suite', con poco acierto- que se convertiría con el paso de los años en emblema de la franquicia.
- Los últimos retoques
Sin ser estrictamente necesaria la escisión, hay otros temas secundarios con menos personalidad o bien sin un desarrollo lo bastante amplio como para darles la misma relevancia que a los mencionados en el apartado previo.
Hecha la aclaración, la siguiente parada es en la escena que relata el ataque de los moradores de las arenas cuando Luke sale en busca de un escurridizo R2-D2 ("Attack of the sand people" o "The land of the sand people"). Aquí Williams aprovecha para dar rienda suelta a su gusto por la música contemporánea (gusto que se percibe con claridad meridiana en sus obras para concierto). La influencia de Stravinsky y la música expresionista es poderosa en este fragmento, gobernado por una percusión caótica -solo en apariencia- y fugaces intervenciones del resto de secciones.
Habría que preguntarse hasta que punto este pasaje musical pudo ser un experimento de cara al reto que afrontaría meses después en "Encuentros en la 3ª fase". El fragmento incluye una introducción ("Landspeeder chase") con una dinámica variación del tema de la Fuerza, y se remata con la misma melodía, aunque en un entorno místico -cuerdas en trémolo- con la primera aparición de Obi Wan Kenobi.
Curiosamente, este estilo musical reaparece, sin llegar a repetirse, en la entrada de nuestros protagonistas en el puerto espacial de Mos Eisley ("Mos Eisley spaceport"), sin que exista más motivo que el de provocar una cierta desazón en el espectador ante la perspectiva de adentrarse en semejante reducto de villanía.
Otro punto narrativo que nos deja un interesante motivo musical es la escena del triturador de basuras ("The trash compactor" o "The walls converge"). Se trata de una música planificada en torno a la acción, aunque buena parte de la misma transcurre en una sola localización, aparte el hecho de que la pieza se mantiene casi permanentemente por un lejano golpeteo de bombo que recuerda la amenaza inminente de las paredes del triturador.
Sobre esa base rítmica, metales y maderas en registro grave pugnan con cuerdas agudas en una calma tensa, a lo largo de un dilatado crescendo en tesitura e intensidad conforme las paredes amenazan cada vez más con engullir a nuestros héroes.
Como ya dije, tal vez no merezca la consideración de tema musical, aunque tampoco carece de retentiva, como tampoco sería el último a mencionar: El tema de los TIE Fighters ("Ben Kenobi's death / TIE Fighter attack"). Con todo, es absurdo obviar la inconfundible impronta de este fragmento de acción desatada, apoyado en un continuo devenir de arpegios por la orquesta en pleno,
intercalados con llamadas del tema imperial.
Es tan solo un par de minutos de frenesí, trazado sobre una estructura circular que permite una y mil variaciones y repeticiones (merced a la peculiar idiosincrasia de los arpegios de séptima) sin que pierda efectividad.
- Que las notas no nos impidan ver la partitura
La banda sonora que hemos analizado es una de las pocas en las que podemos utilizar el término de ‘obra maestra' sin miedo a incurrir en la hipérbole. Está considerada por un sector de aficionados como tal y goza de igual reconocimiento tanto por el aficionado de a pie como la crítica especializada (no así por los cultivadores de la "música seria", quienes a buen seguro la tildarán de facilona y carente de valor musical; ellos se lo pierden). ¿Y cuáles son los méritos que otorgan a esta composición tal condición? Algunos de ellos ya los hemos podido mencionar de pasada: Es una partitura eficaz, de majestuosas proporciones, con orquestaciones ampulosas, melodías retentivas mas no especialmente predecibles, desarrollo coherente, y que se adhiere a las imágenes sin esfuerzo alguno y cayendo poca veces en el "mickey-mousing" y, desde luego, nunca en la entelequia musical de las últimas entregas musicales -Episodio 2 como referencia más notoria-, manteniendo así, en todo momento, un discurso con identidad propia, aun sin el apoyo de la narrativa visual.
Uno no puede menos que añorar el momento creativo que John Williams disfrutaba en aquellos años a caballo entre las décadas de los 70 y los 80. Junto a otras ‘obras maestras' como E.T., las entregas de Indiana Jones o Superman; la música incidental de Star Wars gozaba de un discurso musical en constante evolución.
Baste acercarse a la batalla final de los cazas rebeldes contra la Estrella de la Muerte ("The battle of Yavin" o "The last battle"): Los redobles de tambor suenan como preámbulo de la batalla, hasta que las trompetas estallan con el tema de la Fuerza
mientras los cazas rebeldes inician el descenso sobre el enemigo; en los minutos siguientes, los diversos frentes de la batalla son secundados por pequeñas ideas musicales -por lo general en cuerdas o trompetas-, interrumpidas constantemente por incisivas intervenciones de toda la orquesta, en una pugna musical de vocación ambiental. La caída del jefe de los rebeldes devuelve la música al primer plano después de unos minutos carentes de ella. Es aquí donde se aprecia en toda su extensión el efecto de la música sobre el conjunto, dado que se repite una entrada suicida a través de las trincheras cuyo previo intento acabó dramáticamente. Algunas tomas se repiten tal cual y, a pesar de todo, la sensación de énfasis es superior a la del intento anterior, en parte porque tenemos implicado a nuestro héroe, pero también producto de la vertiginosa sucesión de escalas en los violines y de la creciente sensación de apremio cuando, a los anteriores, se añade una secuencia complementaria en maderas y la superposición ascendente de diferentes trombones hasta dar con un conjunto inesperadamente cohesionado ante la excesiva coincidencia de diferentes texturas. Un golpe de timbal concluye abruptamente el pasaje, pero pronto vuelve a generarse otro de características parecidas, aunque en un tono más optimista -más tonal musicalmente hablando-. De repente, retorna el tema de la fuerza en su rendición más elegiaca, cuando el espíritu de Obi Wan le aconseja a Luke que se guíe por la Fuerza en la misión;
y es una acuciante e inquietante variación del tema de éste último
el que culmina la batalla en unos contundentes y acentuados acordes finales a toda orquesta -timbales a la cabeza- que presagian el inminente colapso de la Estrella de la Muerte.
Hablamos en un párrafo de casi 10 minutos de música para una secuencia que ronda el cuarto de hora. Las palabras se quedan raquíticas para expresar la complejidad de la música que Williams despliega en dicha secuencia, por no hablar de la precisa sincronía con la frenética acción, de la cual prescinde sólo en momentos puntuales que merecen una intervención con más personalidad de alguno de los temas musicales.
Y es a estas alturas, llegando al cierre de este análisis, cuando llega el momento de hacer justicia a una opinión vertida hace ya muchos párrafos: En su momento expuse sin tapujos mi opinión personal sobre el tema principal de Star Wars, llegando a calificarlo de mediocre. Bien, mantengo dicha opinión si nos ceñimos al tema, tal y como aparece con los títulos iniciales. Una vez más, es el acompañamiento, esa guarnición melódica que rodea a aquello que silbamos cuando escuchamos los temas, la que hace subir muchos puntos en la consideración de este y otros temas de la banda sonora, y a los títulos finales ("End titles") me remito: Pongan atención sobre el vivaz discurso -y de arriesgada ejecución- de las cuerdas como motor primordial, los contrapuntos rítmicos de los trombones a la llamada en las trompetas; y en la recuperación del tema de Leia, merece la pena acercar el oído a los complementos de la flauta sobre el violonchelo, o el suave arrullo de los violines en constante vaivén.
Son esos pequeños detalles los que le imprimen una nueva identidad a estos temas; son esos elementos anexos los que enriquecen y nos hacen seguir disfrutando de ellos como si los acabáramos de escuchar por primera vez; y es que siempre queda la ilusión de descubrir nuevos detalles en una música que ya forma parte de nuestras vidas.
- "Toda Saga Tiene Un Comienzo..."
...o al menos eso nos contaban en la promoción del Episodio I. El que nos ocupa -el Episodio IV: Una nueva esperanza- es el comienzo de la actual popularidad de John Williams, dentro y fuera de la música de cine. No es que fuera peor compositor antes de 1977; más bien, es la oportunidad de componer para cine fantástico y de aventuras lo que nos concede la ocasión de escuchar al mejor Williams habido (con el permiso de algunos dramas) y muy alejado de ese arreglista de música ligera que entró en el negocio en plena fiebre ‘pop' de los 60.
Previamente, hacía una referencia esporádica a las nuevas entregas de Star Wars. Para el que esto suscribe, el estilo de Williams en el género de acción y aventuras tiene un punto de inflexión antes y después de "Parque Jurásico". La evolución en el estilo de un compositor siempre es un elemento positivo y, aun así, no me parece que la evolución haya merecido la pena, vertiendo esta opinión específicamente como amante de la música cinematográfica. Más bien ha provocado el efecto inverso, madurando su estilo, al tiempo que lo alejaba de los cánones habituales en la música de cine más allá de lo aconsejable. Sus composiciones para los Episodios 1, 2 y 3 son más ambientales y, si bien se les agradece la génesis de nuevas melodías que ya forman parte del acervo propio a la saga, también se resienten los fragmentos más incidentales de una escritura inconexa, buscando el efectismo, que no la eficiencia.
Celebro que haya quien disfrute más incluso con sus últimas obras que con la adrenalítica música concebida en los 70 y 80. Yo me quedo con el original, con el insustituible autor de Star Wars -a secas; sin episodios- sin lugar a dudas, en la certeza de que la grandiosa capacidad del maestro no tiene por qué estar reñida con la popularidad y la cercanía al neófito; igualmente, en el pensamiento de que nadie podrá rellenar tan ciclópeo hueco cuando ya no esté con nosotros para seguir otorgándonos el privilegio de escuchar sus geniales ideas musicales. Así que, no lo duden, vayan a la estantería y disfruten por enésima vez de una de las joyas musicales del siglo XX: STAR WARS.

Lo mejor: La gran cantidad de aficionados que se han iniciado en el mundo de las BB.SS.OO. a través de este clásico.
Lo peor: Lo cortas que se quedan las palabras para ensalzar tamaña epopeya musical.
El momento: El arrollador comienzo, marca indeleble en la historia del cine.
Ignacio Pérez de Aragón

John Williams - Star Wars Episode V: The Empire Strikes Back Soundtrack

|
Descargar

Nadie puso en duda la continuidad de este genio de la música en el universo de Star Wars. La banda sonora de A New Hope fue uno de los elementos más favorables de la primera película de Lucas sobre su universo galáctico. Había creado escuela y había cambiado la forma en que se componía música para el espacio.
Pero ése era el gran hándicap de Williams. Había puesto el listón muy alto y sería casi imposible el superar su obra precedente. Cualquier otro autor habría apostado sobre seguro manteniendo leitmotivs y repitiendo la fórmula milimétricamente.
Pero Williams no es cualquier compositor. Williams es un genio, y mucho más el Williams de los ochenta, capaz de crear universos musicales con vida propia que para nada empequeñecían ante los universos visuales de sus inseparables George Lucas o Steven Spielberg.
Así, ni corto ni perezoso, el maestro compuso su mejor partitura para el universo de Star Wars con El Imperio Contraataca. No sólo eso, según votación de los lectores de esta página, El Imperio Contraataca es la mejor banda sonora de la historia. Y uno escribiendo sobre ella...
Permítanme hacerlo, dentro de mis grandes limitaciones como escritor y como no erudito de la composición musical. Déjenme hacerlo desde el prisma del aficionado a la música de cine que al igual que ustedes considera esta partitura una verdadera OBRA MAESTRA.

El Primer Tema: La Marcha Imperial: A diferencia de A New Hope, donde había un tema principal claro y definido, baluarte de toda la composición de Williams no sólo para esta historia, sino para las venideras (secuelas o precuelas), el caso de El Imperio Contraataca es bien diferente.
Por lo pronto el Main Titlequeda reducido a la mínima expresión: Los obligados títulos de presentación.
Es por tanto que su presencia en el espíritu total de la obra no lo lleva a ser el exponente máximo de la música presentada por Williams para este El Imperio Contraataca.
Este lugar queda reservado para La Marcha Imperial. Y es algo obvio, ya que el espíritu oscuro, opresivo y negativo que impera en toda la película hace que el poder del lado oscuro y del imperio sea el claro protagonista de la trama.
Aparte de su poder, y de su calidad, un tema que es tan legendario y tan propiedad de la cultura colectiva mundial (como lo es el "Main Title" de Star Wars), su presencia en la película y por lo tanto en el conjunto de la partitura es cuanto menos testimonial.
Cada vez que aparece una nave imperial, un destructor, una tropa de asalto, el tema aparece en una versión con poder y presencia, pero que empequeñece con la solemnidad oscura y terrible de las ocasiones en que Darth Vader invade la cámara. Un personaje de la presencia de Darth Vader no necesitaría un tema tan demoledor como el que Williams crea. Éste solo hace parecer lo que supongo Lucas pretendía, un ser indestructible.
La Marcha Imperial acompañada de Vader en pantalla hace que la maldad impregne cada ser, cada objeto, cada escenario por el que pisa. Esta contundencia es vital para integrar al espectador en el relato, y sobre todo, para que la reacción de este sea mucho más sorprendente al encontrarse el final. ¿Un ser tan maligno con sentimientos? "Imposible, no me lo esperaba."
La belleza oscura y intensa de esta Marcha Imperial, esconde una más que notable composición de Williams. Es tan bueno el tema, que el compositor se permite utilizarlo en distintas versiones: calmada y apaciguada cuando sólo se intuye la presencia del lado Oscuro, opulento y enérgico cada vez que el Imperio aplasta con su puño a la debilitada rebelión, rítmico y armonioso en las persecuciones estelares protagonizadas por el Halcón Milenario y terrible y atroz en la gran revelación de la película que Darth Vader hace a Luke.
Tal es la calidad del tema que Williams realizó una perspicaz versión del mismo en La Amenaza Fantasma. Un paseo sutil y casi podríamos decir, temeroso, sobre el esqueleto de La Marcha Imperial a modo de profecía musical para componer el leitmotiv de Anakin Skywalker
(algo que se extendió al soberbio póster promocional donde la sombra de este joven describía claramente la silueta de Darth Vader).
- El Segundo Tema: El Tema de Amor: Aunque en un primer momento El Tema parece estar representado por La Marcha Imperial, hay otro motivo, totalmente nuevo, que va adquiriendo fuerza conforme avanza la trama, y que muta su primera función a otra mucho más amplia.
Hablo del tema de amor de Han Solo y Leia.
La primera vez que lo escuchamos es al principio de la película, cuando Leia, en una sala de seguimiento de sus tropas recibe la despedida de Han Solo. Los personajes se enzarzan en sus habituales peleas que esconden en verdad lo que es un cortejo en toda regla. El primer tema que se escucha es el de Leia (el que crease Williams para A New Hope), pero éste desaparece al poco tiempo para presentar por primera vez y de forma muy contenida, el tema de amor de los dos personajes. Sorprende que el tema de Leia sea literalmente fagocitado por este nuevo tema, mucho más conseguido y con evidentes cualidades para ser reinterpretado para otros cometidos.
Aunque hay una ardiente versión del tema en el momento en que los personajes terminan su extraño cortejo con un primer beso interrumpido por el siempre inoportuno C3PO, encontramos otras lecturas del mismo, tres más concretamente, que le hacen alcanzar el nivel de tema central de la película junto a La Marcha Imperial.
El primero, la crionización forzosa de Han Solo. El tema brota de intensidad en el momento en que Leia le confiesa su amor segundos antes de que Han Solo pase a peor situación. En ese momento el leitmotiv es aplacado por la entrada dramática de La Marcha Imperial.
El segundo, el intento por parte de Leia y el grupo de héroes rebeldes de salvar a Han de las garras de Boba Fett. Aquí el tema de amor muta totalmente. Su funcionalidad ya no está destinada a los dos personajes por el que nació, a Han y Leia.
Podría interpretarse como que al estar Han crionizado en la nave de Boba Fett y Leia liderando al grupo de rebeldes para rescatarlo, el tema sigue teniendo su funcionalidad original, pero este planteamiento es echado por tierra en el momento en que el grupo de rebeldes escapa de Bespin. El tema sigue apareciendo con una interpretación mucho más épica, ya sin Han Solo de por medio.
- El tercero, el final de la película con Luke curándose de sus heridas en una reunión de naves de la alianza en cualquier lugar perdido de la galaxia, apoyando su brazo en el hombro de Leia, mientras los androides imitan la actitud de sus amos y la imagen se funde con una manta de estrellas. El tema de amor ya no tiene la funcionalidad con la que nació en aquel momento en que Han cortejaba a Leia con su habitual juego de quiero y no puedo, en la estación rebelde de Hoth. No existe la presencia cercana del contrabandista interpretado por Harrison Ford mientras el tema de amor realmente estalla para dar su mejor interpretación, la más viva y épica.
Si fuese una mutación de un leitmotiv única, uno podría pensar que era un desliz del compositor. Pero tratándose de una obra como la que nos ocupa, de un compositor como Williams, y de que no es una situación única durante la partitura, ya que existe otro leitmotiv que también muta (y que veremos a continuación) uno llega a la conclusión clara de que este tema de amor entre Han y Leia, en verdad es El Tema, el leitmotiv de El Imperio Contraataca, que cumple un perfecto contraste con el otro tema, La Marcha Imperial.
Una situación que arroja luz sobre la realidad musical del la partitura y la película, tal vez la saga, esa omnipresente realidad en el universo de Star Wars del bien y el mal siempre en continua lucha, que en El Imperio Contraataca, su mejor historia, se ve más enfatizada si cabe que en el resto de las partes.

Yoda

Uniéndose a los dos temas centrales de la película, cabe destacar un leitmotiv con presencia determinante en la partitura, aunque no a los niveles de los comentados anteriormente. Hablamos claramente del tema de Yoda, el sorprendente nuevo personaje que dejó a medio mundo con la boca abierta, precisamente por evidenciar que un muppet, una marioneta, no estaba obligada a tener su fin último en la comedia infantil.
El personaje de Yoda fue uno de los grandes aciertos de Lucas en El Imperio Contraataca y uno de los grandes fracasos del mismo en sus precuelas (al pasar de tener vida gracias a la habilidad como marionetita de Frank Oz, a ser creado por una herramienta infográfica totalmente impersonal y convertirla en un viejo con ataques de hiperactividad y complejos de peonza verde).
Gracias a la comentada habilidad de Frank Oz en el manejo de la marioneta y en la creación de una forma de hablar y una voz totalmente originales, y por supuesto, al tema que Williams asignase al personaje, éste fue delimitado argumentalmente a la perfección y trasmitió al espectador todas aquellas sensaciones y sentimientos que su creador buscaba.
El tema que John Williams asigna a Yoda está lleno de sabiduría, tranquilidad, placidez, sosiego y bondad. Surge por primera vez y levemente despuntado con evidente timidez, cuando Yoda, aún no presentado a Luke, aparece en Dagobah hurgando en las cosas del protagonista. Williams aún no quería adelantar musicalmente la identidad del personaje y por eso meramente lo alude.
Ya sí, en la pequeña casa del personaje, y con la impaciencia de Luke como recibo, Yoda es presentado por la voz en off de Ben. Williams pasa de utilizar el tema de la Fuerza (recordemos asignado a Ben y a cada una de sus fantasmales apariciones) a interpretar en toda su extensión el tema de Yoda. Es cuando Luke descubre que en verdad ese extraño personajillo era el guerrero milenario que él buscaba para perfeccionar sus habilidades en el uso de la Fuerza, el gran maestro Jedi.
La primera versión de claro sentido espectacular y mágico del tema de Yoda la encontramos en la escena en que éste libera al X-Wing de Luke del fuerte abrazo de las aguas pantanosas de Dagobah. Aquí reconocemos al grandioso compositor que poco después compondría esa obra maestra que es E.T.
Irónicamente el compositor utilizaría el tema de Yoda en un breve y simpático apunte musical dentro la partitura de E.T. evidenciando la proximidad que hay entre ambos leitmotivs.
¿Recuerdan cuando les comenté que el tema de amor de Han y Leia no era el único que mutaba a lo largo de la partitura? Pues bien, el otro leitmotiv que encontramos mutado al final de la película es precisamente el tema de Yoda. Luke se encuentra ya en Bespin, la ciudad de las nubes de Lando Calrissian, intentando liberar a sus amigos de las garras del Imperio. Pues bien, cuando Luke asiste impotente al desfile de sus amigos escoltados por las tropas de asalto, el tema de Yoda hace acto de aparición en una versión heroica sustentada principalmente por los metales. ¿Por qué utilizar el tema de Yoda justo cuando este personaje no está presente en la acción?
Ben le dijo a Luke antes de partir a Bespin que si dejaba el entrenamiento del maestro Yoda, combatiría solo. Y así fue. Recordad que en A New Hope aunque Ben fuera abatido por Darth Vader en la Estrella de la Muerte, Luke recibió su ayuda al final de la película. Es cierto que Luke dejaba de recibir el apoyo de Ben para luchar contra Vader al final de El Imperio Contraataca, pero no así el apoyo de Yoda, un apoyo que Williams deja patente a nivel musical con esta aproximación dinámica y heroica del tema del maestro Jedi.
Sorprende no obstante encontrarse también ese tema durante la escapada de Leia y Lando de Bespin. Ahí ya sí que ni aparecen Yoda ni Luke. La única conexión que se plantea es la de la última frase que Yoda dice en la película, aquella que hace referencia a que Luke no es la única esperanza que tienen. Y obviamente como ya se verá en El Retorno del Jedi, la otra esperanza es Leia, de ahí que el tema de Yoda acompañe a los dos personajes a modo de protección. De nuevo el músico apunta pinceladas de acontecimientos futuros con su composición.
Otros personajes musicales.
Como ya he comentado anteriormente, el tema de Leia es apenas apuntado en la partitura. Creado en A New Hope, ya no parece necesario su utilización, y sí el tema de amor. De igual manera, el tema de los androides está presente de refilón. Esto se debe a que los dos personajes pasan casi toda la película separados y a que su participación cómica es menor dado el carácter más dramático y oscuro de esta parte.
Los temas que sí vuelven a utilizarse con mayor frecuencia son los de la Fuerza y el de Luke. El primero es asignado principalmente a las apariciones de Ben Kenobi, mientras que el segundo va desapareciendo poco a poco, por culpa de ese desenlace poco habitual en películas de este tipo (con el héroe derrotado). La Marcha Imperial está mucho más presente que el tema de Luke.
A pesar de la aparición del Emperador, sorprende no encontrarse el tema del mismo, por lo que se hace más que evidente que Williams lo creó para El Retorno del Jedi, de ahí que no fuese utilizado en este quinto episodio.
Música para escenarios.
Hay cuatro localizaciones en la trama que tienen su asignación temática correspondiente. De dos de ellas, Hoth y el campo de asteroides hablaré en el siguiente apartado.
De las que sí hablaré ahora serán de Dagobah y Bespin.
Para la primera localización, oscura, terrorífica y poco amiga de personas temerosas, Williams se sirve de sonidos electrónicos. Son muy sutiles, casi siempre apagados por los orquestales, pero crean ese trasfondo musical realmente necesario para meter al espectador en la película. El ejemplo más claro es la mejor escena de película que tiene lugar en este lugar, cuando Luke se interna en la cueva donde el Lado Oscuro es muy intenso. Una de las pruebas más difíciles a las que le somete el maestro Yoda. La música se vuelve atonal y se apoya en los comentados efectos electrónicos.
La música que el maestro destina a Bespin, la ciudad de las nubes, es bien diferente. Para ella crea dos temas, uno asignado a la ciudad propiamente dicha, y otra a sus gentes y la forma en que viven en ella. Para el tema de Bespin, el compositor crea en un tema sustentado en las cuerdas y una voz a modo de instrumento, que crean una atmósfera de enigmática belleza. Esto tiene una explicación clara: la imagen es majestuosa, pero los protagonistas no saben si ese lugar será una salvación, o el fin de su trayecto. El compositor inclina más la balanza hacia un sonido dramático que optimista, adelantando musicalmente la amenaza que se cierne sobre los protagonistas. El tema asignado a las gentes de Bespin es radicalmente contrario. Su bondad, luminosidad y melodía dejan claro que son personas en las que se puede confiar. Algo que se demostrará cuando Lando, sorprendentemente, se ponga de parte de los débiles, los héroes, comprometiendo así la seguridad propia y la de sus gentes.

Los Mejores Momentos Imagen/Música
No he querido terminar el estudio sin destacar aquellos momentos donde la música del maestro Williams ejerce de perfecto simbionte con las imágenes. Un ejercicio realizado más por pura diversión que por necesidad.
1.- Los snowspeeders al rescate de Luke y Han.
Imagen: Han rescata a Luke de las fauces de un atroz temporal en Hoth. Para ello no duda en abrir las entrañas del Taun Taun fallecido instantes antes, para guardar dentro a Luke y que éste no muera de hipotermia. Han llama a las tropas rebeldes para que puedan rescatarlos.
Música: Muy dinámica sustentada en las cuerdas con un último leitmotiv incorporado para la ocasión con gran sabor épico.
Puntos de unión: El principal punto de unión de la música con la imagen tiene lugar con un nuevo tema creado por Williams para la ocasión y que no se volverá a repetir no ya en toda la película, sino también en toda la saga. ¿Podría estar asignado a los Snowspeeders? Perfectamente podría ser, ya que aparece justo cuando éstos divisan a los protagonistas, y se produce el triunfal rescate

2.- Darth Vader y su Superdestructor.
Imagen: Majestuosa. El poder imperial en todo su esplendor. Y pensábamos que el destructor imperial que aparecía al principio de A New Hope persiguiendo a la corbeta rebelde era interminable. No habíamos visto el Superdestructor Imperial. Darth Vader de espaldas a la cámara, contemplando el inmenso horizonte estelar. Da media vuelta y sus pasos son seguidos por la cámara sin desvelar su terrorífica máscara. Es cuando uno entiende lo terriblemente terrorífico que es el personaje y por qué sus subordinados lo temen y respetan por igual.
Música: La Marcha Imperial en todo su esplendor. Uno de los momentos en que El Tema de la partitura se encuentra perfectamente desarrollado y donde su funcionalidad básica es asombrar al espectador. Williams prepara el ambiente con una intro rítmica de cuerda muy al estilo de su tema para Superman, pero obviamente cambia su tonalidad con la entrada de los metales que describe ya sí la oscuridad del personaje del Lord del Sith.
Puntos de Unión: Toda la escena en sí es perfecta en su fusión entre imagen y sonido. Es un ejemplo perfecto para un compositor principiante, de cómo una música retentiva y poderosa, no tiene por qué comerse a las imágenes. Williams, durante toda la escena encuentra el balance perfecto, y eso es el principal elogio que se le puede dar a un compositor de cine.

3.- Batalla en la nieve.
Imagen: El emplazamiento rebelde escondido en Hoth es descubierto por las tropas imperiales. Éstos no dudan en desplegar una fuerza militar egregia, capaz de barrer en minutos la base donde se encuentran nuestros héroes. La mejor batalla terrestre de toda la saga tiene lugar en estos primeros momentos de la película.
Música: La primera prueba por parte de Williams en la película de que se puede hacer música de acción que sea retentiva. Lo volverá a hacer más adelante. Sin duda el elemento musical que representa esta pieza es el piano, y el prodigioso sentido del ritmo y de la percusión de la que hace gala este genio. Uno de los mejores momentos musicales de acción que ha creado el compositor en su larguísima carrera.
Puntos de unión: Durante los casi 15 minutos de composición que Williams dedicó a esta formidable batalla, encontramos bastantes momentos de genialidad, donde el compositor fusiona su música a la perfección con las imágenes.
Nada más empezar nos encontramos la preparación de los pilotos de Snowspeeder con Luke a la cabeza, gracias a ese aire marcial heroico que insufla animo tanto al espectador como a nuestros héroes. A continuación el piano en su función más estricta de percusión imita los lentos pero fatídicos pasos de los AT-AT. Después de eso música de acción marca de la casa que describe cómo los pilotos de Snowspeeder intentan tumbar a estas monstruosas maquinas andantes con sus arpones. Durante estos momentos el maestro Williams añade pequeños retazos del tema de Luke, un leitmotiv que estalla justo cuando el héroe consigue gracias a su especial habilidad, tumbar un AT-AT con un detonador término y el buen uso de su espada láser. El tema de Luke se desarrolla en una vertiente superheroica que nos recuerda a las grandes aventuras de espadas y piratas.
A continuación La Marcha Imperial representando a Vader, entrando en escena, en la destrozada estación rebelde. Sin respiro la composición pasa a un vaivén de cuerdas de cierto frenetismo manteniendo el ritmo narrativo fusionándose con el tema de amor, representando la huida que Han y Leia hacen de las terribles fauces de las tropas de asalto imperiales. Los héroes han triunfado. Una fanfarria victoriosa derivada de este tema de amor pone punto y final a la escena. Escena sencillamente apoteósica.

4.- El campo de Asteroides.
Imagen: Aunque pareciese lo contrario en Hoth, El Halcón Milenario ni mucho menos había conseguido dar esquinazo a las tropas imperiales. Ya trasladándose la persecución al plano aéreo, Han no tiene otra idea mejor que meterse en un campo de asteroides con el firme propósito de deshacerse de sus perseguidores. Otra de las mejores escenas de toda la película, con una persecución inolvidable.
La Música: Siguiendo el patrón de la música que Williams compuso para la batalla de Hoth, en esta secuencia crea de nuevo melodía de un momento que no era dado a ella. Comenzando con el viento, e insertando de primeras La Marcha Imperial la composición desemboca en el tema propiamente dicho del campo de asteroides. Otro de los mejores temas de acción que ha compuesto Williams a lo largo de toda su carrera.
Puntos de Unión: El baile del Halcón Milenario a través de los agujereados asteroides se plantea con la genial fusión de cuerda y percusión y con continuos cambios de ritmo que se ajustan perfectamente a las imágenes. Cada vez que El Halcón gana terreno y se va deshaciendo de sus perseguidores con una pericia sin igual, los metales se añaden a la formula dando un tono heroico al conjunto musical.

5.- El Maestro Yoda.
Imagen: Luke se encuentra en la pequeña casa del extraño habitante que le ha dado la bienvenida en Dagobah (también una extraña bienvenida, todo hay que decirlo). Luke demuestra cierta impertinencia con el ser, a pesar de recibir su hospitalidad. Y termina rematando la jugada con una evidente impaciencia por conocer a Yoda. Cuál es su sorpresa cuando el extraño ser verdoso es en verdad el venerado Jedi.
Música: Por primera vez escuchamos en su pleno desarrollo el tema de Yoda, y éste hace cambiar totalmente la concepción del personaje, de la marioneta, que hasta entonces nos parecía un vulgar bichejo con aspiraciones cómicas.
Puntos de Unión: La escena es un ejemplo de planificación musical de una escena. Otra más (y van…). Empieza con un campanilleo que da paso al tema de la Fuerza. Es cuando Ben con su voz en off desvela quien es el extraño ser verde. En ese momento comienza el tema de Yoda, cuando éste se niega a enseñar a Luke los misterios de la Fuerza, por su falta de paciencia, control y respeto, algo vital para un buen Jedi. La nueva entrada de Ben en off, así como la participación de Luke, al intentar convencer a Yoda de su fallo y de que no volverá a cometerlo, plantea un perfecto dialogo musical entre el tema de la Fuerza, el de Yoda y el de Luke.

6.- Yoda y la Fuerza.
Imagen: La testarudez sigue limitando a Luke en el desarrollo de sus facultades como Jedi. Para demostrar lo equivocado que se encuentra, Yoda le enseña que un pequeño ser como él es capaz de hacer cosas impensables.
Música: Cada vez que un personaje utiliza La Fuerza, Williams acompaña ese momento con un efecto en crescendo de cuerdas apoyado de una instrumentación electrónica bastante sutil apenas perceptible. Williams desarrolla aquí el tema de Yoda en toda su plenitud.
Puntos de Unión: Varios. Para empezar el efecto de cuerdas que hemos comentado que acompañan las dos veces que se utiliza la Fuerza en la escena. La primera vez de forma fallida, con Luke intentando sacar del agua pantanosa su X-Wing, y la segunda vez con un mayor recorrido que termina en el tema de Yoda apoteósicamente cuando este demuestra a Luke que un Jedi es capaz de jugar mentalmente con el tamaño de los objetos.

7.- Duelo/ Huida.
Imagen: Luke cae en la trampa de Vader, ignorando los consejos de Yoda y Obi Wan. La Lucha entre el villano y el héroe será imborrable en la mente de miles de seguidores de la saga galáctica. Un momento mítico imposible de borrar. El duelo es intercalado con un montaje frenético de la huida de Leia y sus camaradas de Bespin. Aunque la escena perfectamente podría empezar a relatarse cuando Luke llega a Bespin mientras Boba Fett huye con el cuerpo criogenizado de Han, he preferido acortar la escena a analizar y dejarla justo después de la primera toma de contacto de Vader con Luke con su duelo en la plataforma de congelación por carbonita. La escena que aquí quiero ponderar por su magnífica relación música/imagen empieza justo en el segundo impacto de sable láser, con una preciosa fotografía de esa poliédrica cristalera que separa a Luke de lo que será su fatídico desenlace.
Música: Sorprende encontrarse lo que parece un apunte del Duel of Fates justo al principio de esta escena. Para los curiosos es el comienzo del corte “The Clash of Lightsabers” de la edición discográfica de RCAVICTOR, a eso del segundo 31. ¿Casualidad? ¿Williams retomo esta partitura para componer su fastuoso “Duel of Fates”? Quién sabe.
Centrandonos en la escena, está la declaración total de principios de Lucas para el desenlace de este episodio, pues musicalmente el dominio del tema de Vader es total. El tema de Luke y el de la Fuerza agonizan.
Puntos de Unión: Continuos. Del tema de Vader que está omnipresente en los segmentos que se centran en el duelo y posterior revelación central de la película, vamos intercalando con el tema de Lando (o de la gente de Bespin) y el tema de amor que como ya dijimos a estas alturas ha mutado al tema de El Imperio Contraataca cuya interpretación durante el despegue del Halcón Milenario de Bespin es cuanto menos apoteósica.

8.- Final:
Imagen: En una fragata rebelde se encuentra Luke curándose de sus heridas y viendo cómo la mano que perdió en el combate con Vader es sustituida por un injerto sintético. Lando junto a Chewie en el Halcón Milenario, parte en pos de liberar a Han de las garras de Jabba el Hut. Leia, Luke y los androides se despiden del público de espaldas, contemplando un esperanzador futuro entre el interminable espacio.
Música: Una versión débil, triste y derrotada del tema de Luke da el pistoletazo de salida a esta escena, para recobrar la esperanza con el tema de la Fuerza y fusionarse perfectamente con el tema de amor.
Puntos de Unión: Williams da lo que el público necesita ya que Lucas no lo hace. Si El Imperio Contraataca tiene un final anti climático, Williams consigue dulcificarlo un tanto con la interpretación optimista, melódica y luminosa del tema de amor, ya tema de El Imperio Contraataca. Aquí demuestra el compositor que entiende perfectamente no sólo el sentido y sentir de las imágenes, sino lo que necesita el público. Williams cierra así un trabajo magistral no sólo en composición sino en su fusión con las imágenes.


Lo mejor: El sinfín de leitmotivs magistrales y su fusión con las imágenes.
Lo peor: Nada.
El momento: Muchos, aunque si tengo que quedarme con uno, "The Battle Of Hoth".
DDBSpawn (David Doncel)