Que sepamos, en el marco de la política internacional, los USA han firmado pero no ratificado ni cumplido el protocolo de Kioto, un tratado internacional por el cual los estados parte se comprometen a disminuir sus emisiones de humos a la atmósfera. Muchos lo criticaron, pero es que allí en los USA debe gustar mucho el humo, porque si no uno no entiende por qué tanta gente consumió gustosamente y practicó reverencias hacia el que vendía (y aún vende) George Lucas. Como vendedor y asesor de marketing, George no tiene precio. Como narrador de historias, competente, pero como guionista... ese humo tan precioso que nos vende, esa fumata blanca que anuncia una nueva historia de Star Wars que colmará las aspiraciones de los aficionados, que esconde una vacía y hueca trama aderezada con un sin fin de complementos anodinos e inservibles que el tiempo, y sobre todo, el Episodio III se han encargado de poner en su lugar, es decir, en el limbo de los personajes desaprovechados y las situaciones absurdas.
La película venía anunciada como una gran historia de amor con un plus añadido que acuñaba la frase de Lucas "al fin veremos una gran batalla de Caballeros Jedi en todo su apogeo". Pero por enormes fallos en el casting, por secuencias que involucraban diálogos absurdos y ridículos, la historia se concretaba como una de las peores de toda la saga galáctica. Además, la inutilización de personajes ninguneados (Obi-Wan, que parece el bufón de la corte en la película) y de otros que han resultado estériles (Conde Dooku) desmontan la calidad de esta cinta, a la luz de lo visto en Episodio III. Lo que se nos vendía como una película más seria y adulta no es sino el reflejo de una actuación pésima (Hayden Christiansen) y un exceso de efectos especiales que trata de compensarse con la atracción de feria que es el combate Yoda-Dooku. El Episodio II desvirtúa todos los elementos de las películas de Star Wars, y se convierte en la película más aburrida desde el momento que ocupa la persecución inicial (tampoco muy emocionante) y la llegada de los Jedi a Geonosis. El resto se lo podían haber ahorrado. Nunca tan poca química tuvieron dos actores en papeles de enamorados como Natalie Portman y Hayden. La cara de plástico del primero y la mojigatería de George Lucas que pretende insinuar que Anakin ya tontea con el Lado Oscuro, pero luego se guarda toda clase de alusiones hacia ello, duermen y hacen completamente intrascendente esta película. La historia de amor, auténtico hilo conductor hacia la tercera película (es lo único que pasa con relevancia en el Episodio III) es inconmensurablemente baldía en emocionarnos. Un fracaso de película que se mantuvo a flote en taquilla porque el fan de Star Wars, como yo, es muy sufrido y va a verlas igual.
Algo parecido sucede con la no menos decepcionante música. En el film aparecen dos grandes grupos de temas musicales, a la par más decepcionantes que los otros:
Música nueva y original: John Williams compone una partitura que sigue el esquema que ya explicamos en el Episodio I llevado a sus extremos más peligrosos y decadentes; compone un único tema memorable y rellena la partitura con anodinos temas pasajeros que sirven de entretiempo (mientras en las imágenes vemos el descafeinado y carente de realismo amor entre Padme Amidala y Anakin Skywalker) para pasar el rato entre secuencia intrascendente y secuencia intrascendente. El Across the Stars es al Episodio II lo que el Duel of the Fates es al Episodio I. En el resto de pistas podemos observar la decadente imaginación de Williams para forjar temas de acción más allá del puro ruido; chirría un Williams tan espeso que recurre a la guitarra eléctrica para intentar dar un toque "innovador", pero que naufraga en todo intento de despertar el más mínimo entusiasmo en el fan de Star Wars, que esperaba y debía tener una mayor recompensa a años de espera.
Música reutilizada: Al margen del mal montaje al que nos tiene acostumbrados George Lucas (tanto de imagen como de audio), o más bien su colega Ben Burtt, que ya descoloca la música, desplaza su intensidad y la fracciona hasta límites insospechados, al margen de ello incluso, destaca el uso y abuso de temas anteriores de la saga, tanto del Episodio I (el tema de los droides) como de El Imperio Contraataca (por ejemplo, cuando los jedis irrumpen en el circo de Geonosis). Es irresponsable y denota cierta dejadez en este trabajo la reutilización de temas descaradamente... cosa que no había pasado en los anteriores tres episodios salvo en El Retorno del Jedi al atacar la Estrella de la Muerte, y aún así sólo era un tema... de los muchos nuevos que tiene la banda sonora de El Retorno del Jedi. Esta falta de originalidad redunda en un disco corto, aburrido, y soberanamente predecible, en tanto e cuanto los esquemas de Williams se repiten y repiten hasta la saciedad.
Como ya es habitual, de entre estos temas destacamos:
Star Wars Main Title and Ambush on Coruscant: Da entrada al aburrimiento el fantástico tema de los rótulos amarillos. La parte que le corresponde al inicio de la película no es menos anodino que el del Episodio I, ya que además se repetirá con la llegada de Obi Wan al planeta de los clonadores.
Across The Stars: Temazo de amor, el mejor de todo el cd con diferencia. Condensa pasión, cariño y elegancia... toda una oda al mayor y mejor sentimiento humano. Williams hace suya la idea de Lucas de que todo gira entorno al romance en esta película. Realmente es espectacular lo bello que es en esencia, ya que es un tema sencillo pero excelentemente elaborado. Su única pega o defecto, en este caso, radica en que sufre el clásico síndrome "Basil Poledouris", resumido en el aforismo "lo que compongo es mucho más grandilocuente y perfecto que las mediocres imágenes que contiene la película". Así, que esta música ilustre un romance que en pantalla, como ya hemos dicho, carece de realismo y de proximidad (si para Lucas eso es amor, no me extraña que acabase divorciado), deja en evidencia que la música es lo que debería ser y no lo que es este amor, que generaliza en una suerte de conversaciones y paisajes que debe de activar los resortes internos y los receptores de testosterona de la ex -reina.
Zam the Assasin and The Chase Through Coruscant: Este tema está entre los destacados del disco, pero ello no implica que sea bueno. Es de los menos aburridos, pero no es divertido. Simplemente es menos aburrido que el resto. La ya habitual excitación de la orquesta con la presencia de notas cortas no atenúa el nocivo efecto de la horrible guitarra eléctrica en el minuto 3:20. Más que una secuencia de persecución parece que esté tronando y que el ruido de la tormenta sea insufrible. Que tiempos aquellos en que Williams componía brillantes temas de acción para las sagas de Indiana Jones o para la misma trilogía clásica de Star Wars.
Yoda and the Younglings: Ejemplo claro de rastrojo, de tema compuesto basándose en retales... el tema de la Fuerza por aquí, algo modificado del Episodio I, los clásicos coritos para niños o crías (recordemos Parque Jurásico y la secuencia del huevo de raptor)... y voilà, ya tenemos tema.
Jango's Escape: En la línea del corte 2 del disco, no es excesivamente lesivo a los oídos la escucha de este tema, pero bien es cierto que es cansino y repetitivo el - tan tan tan, tan tan- que asola el primer minuto, acompañando lo demás al (otra vez) habitual estreñimiento de ideas de John que le lleva a utilizar la orquesta como un yo-yo, sin construir un tema y leitmotiv reconocible como si que hacía en la trilogía clásica... su única excusa es que cuadra relativamente bien con las imágenes, y que, al menos, no se le ocurrió meter la Marcha Imperial reutilizada... que de todo son capaces...
Return to Tatooine: Podía haber escogido éste o la pista precisamente anterior como una muestra de reutilización descarada de material antiguo (y eso que la mayoría de temas reutilizados no aparecen en el cd)... en este caso es el Duel of the Fates, que nadie sabe a santo de qué hace acto de presencia... una chapuza más atribuible al montaje del colega George y su papada infernal.
Love Pledge and The Arena: Dicen que el todo siempre es la suma de sus partes... en este caso ello salva a un compendio dual de temas que salva su primera sección al incluir el tema de amor. No es hasta el 2:48 que empieza la marcha del ataque droide, bastante salvable, ya que, por primera vez trata de articular una melodía reconocible. Es el segundo mejor tema del cd, tras el Across the Stars, al menos para el que esto escribe. De todas formas que nadie imagine un tema como el de la Batalla de Hoth o el de la batalla de Yavin... no, la de Geonosis merece mucho menos, resultando este entretenido popurrí de elementos del Episodio I.
Confrontation with Count Dooku and Finale: La reseñamos sólo porque contiene 3 temas a destacar: la breve Marcha Imperial al final, el Across the Stars y el clásico corte de los créditos. Nada más.
A pesar de todo lo que he dicho de malo de la banda sonora que tengo entre manos, es verdad que el factor Williams influye. Si el autor fuese un novel compositor, seguramente la aplaudiríamos... pero a Johnny se le puede y se le debe exigir más. Ello más aún cuando uno ve que en la película se reutiliza indiscriminadamente material antiguo, lo que ya no recae en una falta de inspiración, sino en una dejadez absoluta y letal. El disco no es malo, es sencillamente decepcionante por quien compone y para lo que compone... eso sí, no se le puede decir que no identifique imágenes con música... son ambas igual de terribles.
Lo mejor: Escuchar el tema Across de Stars, por lo demás nada de nada.
La película venía anunciada como una gran historia de amor con un plus añadido que acuñaba la frase de Lucas "al fin veremos una gran batalla de Caballeros Jedi en todo su apogeo". Pero por enormes fallos en el casting, por secuencias que involucraban diálogos absurdos y ridículos, la historia se concretaba como una de las peores de toda la saga galáctica. Además, la inutilización de personajes ninguneados (Obi-Wan, que parece el bufón de la corte en la película) y de otros que han resultado estériles (Conde Dooku) desmontan la calidad de esta cinta, a la luz de lo visto en Episodio III. Lo que se nos vendía como una película más seria y adulta no es sino el reflejo de una actuación pésima (Hayden Christiansen) y un exceso de efectos especiales que trata de compensarse con la atracción de feria que es el combate Yoda-Dooku. El Episodio II desvirtúa todos los elementos de las películas de Star Wars, y se convierte en la película más aburrida desde el momento que ocupa la persecución inicial (tampoco muy emocionante) y la llegada de los Jedi a Geonosis. El resto se lo podían haber ahorrado. Nunca tan poca química tuvieron dos actores en papeles de enamorados como Natalie Portman y Hayden. La cara de plástico del primero y la mojigatería de George Lucas que pretende insinuar que Anakin ya tontea con el Lado Oscuro, pero luego se guarda toda clase de alusiones hacia ello, duermen y hacen completamente intrascendente esta película. La historia de amor, auténtico hilo conductor hacia la tercera película (es lo único que pasa con relevancia en el Episodio III) es inconmensurablemente baldía en emocionarnos. Un fracaso de película que se mantuvo a flote en taquilla porque el fan de Star Wars, como yo, es muy sufrido y va a verlas igual.
Algo parecido sucede con la no menos decepcionante música. En el film aparecen dos grandes grupos de temas musicales, a la par más decepcionantes que los otros:
Música nueva y original: John Williams compone una partitura que sigue el esquema que ya explicamos en el Episodio I llevado a sus extremos más peligrosos y decadentes; compone un único tema memorable y rellena la partitura con anodinos temas pasajeros que sirven de entretiempo (mientras en las imágenes vemos el descafeinado y carente de realismo amor entre Padme Amidala y Anakin Skywalker) para pasar el rato entre secuencia intrascendente y secuencia intrascendente. El Across the Stars es al Episodio II lo que el Duel of the Fates es al Episodio I. En el resto de pistas podemos observar la decadente imaginación de Williams para forjar temas de acción más allá del puro ruido; chirría un Williams tan espeso que recurre a la guitarra eléctrica para intentar dar un toque "innovador", pero que naufraga en todo intento de despertar el más mínimo entusiasmo en el fan de Star Wars, que esperaba y debía tener una mayor recompensa a años de espera.
Música reutilizada: Al margen del mal montaje al que nos tiene acostumbrados George Lucas (tanto de imagen como de audio), o más bien su colega Ben Burtt, que ya descoloca la música, desplaza su intensidad y la fracciona hasta límites insospechados, al margen de ello incluso, destaca el uso y abuso de temas anteriores de la saga, tanto del Episodio I (el tema de los droides) como de El Imperio Contraataca (por ejemplo, cuando los jedis irrumpen en el circo de Geonosis). Es irresponsable y denota cierta dejadez en este trabajo la reutilización de temas descaradamente... cosa que no había pasado en los anteriores tres episodios salvo en El Retorno del Jedi al atacar la Estrella de la Muerte, y aún así sólo era un tema... de los muchos nuevos que tiene la banda sonora de El Retorno del Jedi. Esta falta de originalidad redunda en un disco corto, aburrido, y soberanamente predecible, en tanto e cuanto los esquemas de Williams se repiten y repiten hasta la saciedad.
Como ya es habitual, de entre estos temas destacamos:
Star Wars Main Title and Ambush on Coruscant: Da entrada al aburrimiento el fantástico tema de los rótulos amarillos. La parte que le corresponde al inicio de la película no es menos anodino que el del Episodio I, ya que además se repetirá con la llegada de Obi Wan al planeta de los clonadores.
Across The Stars: Temazo de amor, el mejor de todo el cd con diferencia. Condensa pasión, cariño y elegancia... toda una oda al mayor y mejor sentimiento humano. Williams hace suya la idea de Lucas de que todo gira entorno al romance en esta película. Realmente es espectacular lo bello que es en esencia, ya que es un tema sencillo pero excelentemente elaborado. Su única pega o defecto, en este caso, radica en que sufre el clásico síndrome "Basil Poledouris", resumido en el aforismo "lo que compongo es mucho más grandilocuente y perfecto que las mediocres imágenes que contiene la película". Así, que esta música ilustre un romance que en pantalla, como ya hemos dicho, carece de realismo y de proximidad (si para Lucas eso es amor, no me extraña que acabase divorciado), deja en evidencia que la música es lo que debería ser y no lo que es este amor, que generaliza en una suerte de conversaciones y paisajes que debe de activar los resortes internos y los receptores de testosterona de la ex -reina.
Zam the Assasin and The Chase Through Coruscant: Este tema está entre los destacados del disco, pero ello no implica que sea bueno. Es de los menos aburridos, pero no es divertido. Simplemente es menos aburrido que el resto. La ya habitual excitación de la orquesta con la presencia de notas cortas no atenúa el nocivo efecto de la horrible guitarra eléctrica en el minuto 3:20. Más que una secuencia de persecución parece que esté tronando y que el ruido de la tormenta sea insufrible. Que tiempos aquellos en que Williams componía brillantes temas de acción para las sagas de Indiana Jones o para la misma trilogía clásica de Star Wars.
Yoda and the Younglings: Ejemplo claro de rastrojo, de tema compuesto basándose en retales... el tema de la Fuerza por aquí, algo modificado del Episodio I, los clásicos coritos para niños o crías (recordemos Parque Jurásico y la secuencia del huevo de raptor)... y voilà, ya tenemos tema.
Jango's Escape: En la línea del corte 2 del disco, no es excesivamente lesivo a los oídos la escucha de este tema, pero bien es cierto que es cansino y repetitivo el - tan tan tan, tan tan- que asola el primer minuto, acompañando lo demás al (otra vez) habitual estreñimiento de ideas de John que le lleva a utilizar la orquesta como un yo-yo, sin construir un tema y leitmotiv reconocible como si que hacía en la trilogía clásica... su única excusa es que cuadra relativamente bien con las imágenes, y que, al menos, no se le ocurrió meter la Marcha Imperial reutilizada... que de todo son capaces...
Return to Tatooine: Podía haber escogido éste o la pista precisamente anterior como una muestra de reutilización descarada de material antiguo (y eso que la mayoría de temas reutilizados no aparecen en el cd)... en este caso es el Duel of the Fates, que nadie sabe a santo de qué hace acto de presencia... una chapuza más atribuible al montaje del colega George y su papada infernal.
Love Pledge and The Arena: Dicen que el todo siempre es la suma de sus partes... en este caso ello salva a un compendio dual de temas que salva su primera sección al incluir el tema de amor. No es hasta el 2:48 que empieza la marcha del ataque droide, bastante salvable, ya que, por primera vez trata de articular una melodía reconocible. Es el segundo mejor tema del cd, tras el Across the Stars, al menos para el que esto escribe. De todas formas que nadie imagine un tema como el de la Batalla de Hoth o el de la batalla de Yavin... no, la de Geonosis merece mucho menos, resultando este entretenido popurrí de elementos del Episodio I.
Confrontation with Count Dooku and Finale: La reseñamos sólo porque contiene 3 temas a destacar: la breve Marcha Imperial al final, el Across the Stars y el clásico corte de los créditos. Nada más.
A pesar de todo lo que he dicho de malo de la banda sonora que tengo entre manos, es verdad que el factor Williams influye. Si el autor fuese un novel compositor, seguramente la aplaudiríamos... pero a Johnny se le puede y se le debe exigir más. Ello más aún cuando uno ve que en la película se reutiliza indiscriminadamente material antiguo, lo que ya no recae en una falta de inspiración, sino en una dejadez absoluta y letal. El disco no es malo, es sencillamente decepcionante por quien compone y para lo que compone... eso sí, no se le puede decir que no identifique imágenes con música... son ambas igual de terribles.
Lo mejor: Escuchar el tema Across de Stars, por lo demás nada de nada.
Lo peor: Es decepcionante y no aporta nada nuevo al universo musical de Star Wars, ya que reutiliza tanto material que se la podían haber ahorrado.
El track: Across The Stars y Love Pledge and the Arena.
Reseña extraida de: http://www.cineybso.com/
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